-mantuvo su mente fría pese a que en ese exacto momento era una presa entre 4 depredadores, miró las espadas y se quedó firme para solo respirar profundo en cuanto este se retiró diciendo para si mismo " ese sujeto va a tratar de matarme uno de estos días " y así se *tranquilizó* supuestamente aunque estaba consiente de las poderosas personas que tenía en el lugar, la asesina de dioses a algunos pasos, y semidios justo de frente-

–Tonterías.– Se limitó a decir mientras que solo le daba la espalda a aquel que le llamó "Goldy", luego solo haría aparecer un par de espadas las cuales se impactarían a los lados de este, en forma de amenaza. –Hasta la próxima.– Se limitó a cerrar mientras que desaparecería dejando detrás de sí unas cuantas luces doradas volviendo a su forma espiritual para marcharse.

– Oh, yo poseo mucho orgullo, pero prefiero emplearlo en hazañas y batallas y no palabrerías, sin embargo eso ha de demostrarse en futuras ocasiones estoy seguro. –Admitió el hombre con aquella sonrisa traviesa, mientras alzaba su mentón, posando sus ojos carmín en la otra figura que se hacía presente. – Al parecer en ese preciso instante tenemos uno que otro invitado... Y supongo que mi lanza no ha de saciar su sed de sangre esta noche. – Dijo así entrecerrando sus ojos, y notándose sin duda algo torcido y obscuro en aquel ser, como si no fuese el "Niño de Luz" que alguna vez se le llamó.

-Sus ojos se fijaron al recien llegado a la escena, manteniendose impasible de igual modo y escuchando sus palabras- Cú Chulainn me ha dicho que algunos seres que tienen mucho orgullo carecen de otras cosas...aunque aun no me ha dicho que exactamente

Hoy parece que tomos hemos aparecido..... y su majestad Goldy vino de mal humor, peleaste con Arthuria de nuevo?

-cual normal de su estilo, salió de la sombra del peliazúl como si subiese unas escaleras hasta quedar completamente fuera, suspiró un poco después de haber escuchado bastante de aquella discusión, rascando leve su cabeza y dibujando una mueca de no mucho agrado-

Cuando nos sentaremos a beber vino tranquilamente sin sacar el orgullo a fluir??

–Vaya si que son aburridos. ¿Qué pasa con ese espíritu heroico del que todos hablan?– Dijo en tono molesto mientras que su mueca cambiaba con un poco de desagrado. –Si aparecen en este mundo es para divertirme, aunque crean que es por el Grial. Solo son títeres de mi copa.– Exclamó lo último con una confiada sonrisa. Se levantaría del trono, haciendo que esta desapareciera. –Solo quedará esperar a que sus masters peleen entre ellos.–

Confio en que mi alumno ha entrenado lo suficiente, amigo o enemigo llegara un dia en que pueda incluso acabar mi vida. -Responde al rubio de manera serena junto a su alumno-

– Siempre listo para observar un espectáculo ¿No es así Archer? Sin embargo mientras me encuentre en estos lares en la compañía de Scáthach, los únicos enemigos han de ser los que se encuentren cual obstáculos de ambos. – Admitió sonriendo ampliamente de ese modo confiado que bien conocían ambos, mientras arqueaba su ceja y posaba sus ojos carmín en los de Gilgamesh, simplemente retornando aquella fogosa mirada a la dama lancera, y alzando su mentón con orgullo.

–Sería más interesante que sean enemigos, así de manera justa veré quien es más fuerte, si la maestra o el alumno.– Exclamó haciendo aparecer un trono de oro, donde se sentaría con tranquilidad recargando su rostro en la parte dorsal de su mano izquierda mientras que en sus labios se mostraría una sonrisa confiada.

Quizá sea porque es el Arma legendaria que mi Maestra me enseñó a utilizar, pero podría decirse que dependiendo de que lado hemos sido convocados somos amigos o enemigos, ¿No es así Archer?