Retrocede con suma rapidez, se coloca de pie sosteniendo su espada sobre sus hombros. era interesante que cualquier clase de "herida" que tuviera no le mostraba signos de cansancio o dolencia. la sangre estaría tal vez su armadura tal vez rota o lo que fuere que ocurra. simplemente le observa indiferente como si se hubiera aburrido de lo que estaba pasando
¿ser amenaza? ¿ser odiada? eso, eran cosas de las cuales ella estaba acostumbrada
- Ya me aburriste, si vas a luchar debes matar no querer dejar fuera de combate tsk. ¡BAKA!-
El hombre siguió y un tajo detuvo la espada ajena, au que tanta fué la fuerza de la mujer que este calló de rodillas sujetando su arma con ambas manos mientras se mantenía firme en ese bloqueo, no podía dejar que esa espada bajara por completo.
— Esa técnica... Y tu nombre.... Jajaja! Hoy es mi día de suerte....mmmggh!!.. pero... MORDRED PENDRAGON, QUEDAS DESCALIFICADA DE ESTE TORNEO ANUAL DE ESPADACHINES Y ERES TRATADA COMO AMENAZA!... por lo que esto se volvió un uno contra cinco y tu eres el uno.... NIÑAS....!!!!
No era un caballero, no seguía ningún código, solo el de sobrevivir, a su grito una de las enormes espadas golpeó con toda fuerza la cadera ajena desde la espada con su mango sacándola de balance y llegando a romper su armadura, y la rubia lo siguiente que podía ver, era otra de esas enormes espadas flotantes a su izquierda justo a la altura de su cabeza, tal impacto la noquearía de llegar a darse era un hecho.
Poco o nada le importaba el bienestar de los espectadores o del propio lugar en donde estaba todo desarrollándose, la ira y fuerza que demuestra tan incontrolable era propia de aquella heredero al trono; sostiene su espada con ambas manos siendo esta ya completamente rodeada de esa descarga de energía rojiza todo su cuerpo también estaba cubierto por tal poder . un poder tan agresivo que era natural que haría huir a la mayoría de las personas
—¡Cierra la boca! Esta espada quitó la vida a mi padre tan maldita y agresiva como mi espíritu Clarent Blood Arthur!
Un gran halo de energía rojiza sale disparada hacia el centro, tan violento y poderoso que a su paso destruía todo lo que se encontrase en su trayecto. si es que le cae o no lo demás por spuesto que le cae pero poco o nada le importa quería destruirle, destruirlos a todos por haberle ofendido, por haber tratado asi a un rey
— JAJAJAJ! QUE MUJER MAS RUDA Y VIOLENTA!! JUSTO LO QUE NECESITO EN MI EQUIPO!!
Su carisma era alto, aún si era amenazado era imposible que esa sonrisa y esa pasión en media batalla no contagiara a la rubia, el hombre aceptó el reto tomando su espada con ambas manos ya que su mango se lo permitía y luego se lanzó corriendo hacia ella, siendo seguido por cuatro espadas voladoras de color morado mucho mas grandes que el mismo dueño las cuales fueron en direcciones diferentes.
Le preocupaba que el poder de la rubia fuese a destruir la ciudad aún mas si era un torneo casual como este, pero la respetaba de igual forma con esa sonrisa y usando a sus hermanas, las cuales en teoría una iria su espalda, una a su costado apuntando a su hígado, una a sus caderas en el otro costado y la última de frente directo a su cuello, deseaba detenerla, no matarla.
Un torneo de espadachines en la ciudad de mercantes, el pelicafé había logrado llegar hasta la final siempre vistiendo su mezcla de telas y armadura y su oponente era una persona la cual no fué sino hasta de una estocada le quitó su casco que notó que era una mujer.
¿ Eso lo detuvo? Para nada, presentó el mismo respeto aún sabiendo eso, los destellos de la espada ajena lo alertaron mientras aún con aquella espada de una mano optó una posición defensiva.
— El árbitro dijo que tu nombre era Mordred, es tu nombre real mujer?
