— No me importa si lo es o no, no puedes traer sacos de basura a este sitio. — Se paró frente a ella con el mal humor manifestado en las venas de su frente.— Deja todo limpio y no te vuelvas a aparecer.

— Tghh. . .— Se detuvo al escuchar semejante tontería y miró al hombre recién llegado con cólera. — Esa cosa no es mí amante, tengo la suerte de no tener pésimo gusto.

— ¿Y ese pobre diablo quien es?. ¿Tu amigo?. — Le dio un tremendo golpe en la espalda con la suela del zapato. Lo tomo de la cabeza y lo lanzó por la ventana. — ¿Cuantas veces debo decirte que los empleados no pueden traer a sus amantes aquí?.

Verlo acercarse la despertó se golpe, se puso de pie y lo empujó para alejarse del lugar. — Qué acosador eres, la próxima te corto en pedazos.

-Meto mi nariz, en tu escote, y aspiro tu suave olor- Pocas cosas, nos gustan tanto a los hombres, como las mujeres que huelen bien...

— . . . ¿Gracias? — Se acomoda un poco más la parte superior del traje.

*Me acerco, y le digo al oído* Lindo escote...

-Toma unos pañuelos y se pone a fregar el suelo ayudando a limpiar-

⸻ Gracias.

Con mucho gusto la ayudaré a limpiar