[code]**Nunca le dejaba de sorprender la seriedad de esta joven shinigami, pero era alguien digna como teniente del Seirreitei, mas él mete sus manos en los bolsillos, sacando una bolsa de papel el cual abre y tenía una especies de píldoras rojas el cual disponía a explicar que era exactamente.[/code]
[code]Deja le explico, esto se llama Shineiyaku, son unas pequeñas píldoras negras tras quedarme en Hueco Mundo para evitar que los Bankai de los Shinigamis fuesen robados por los Quincy. Estas píldoras poseen una pequeña parte de poder de un Hollow siendo capaces de "Hollowficar" un Bankai causando que se vuelva "venenoso" para los Quincy, ésta droga sólo funciona en aquellos que poseen un Bankai, y puede se absorvida al tocarla, ya sea con alguna parte de su cuerpo o con su espada, donde penetrará al interior del alma hollowficando su bankai.[/code]
[code]Mantuvo una explicación bastante firme para que le lograse a entender, puesto que se han avistado algunos Quincy cerca del área, mas las vuelve a envolver en la bolsa y las guarda en su bolsillo tomando un poco de distancia para poder decir.[/code]
[code]Aunque estas píldoras no servirían de nada para los hollow, con ellos solo pueden ser segados con una fuerte presión espiritual (Reiatsu) para poder detenerlos, así que quisiera entrenarle su Shunpo y habilidades con su Katana, así que le pido que me ataque como si yo fuese Aizen-san.[/code]
[code]Tras haber dicho eso se mueve usando su shunpo y quedaba justo tras la mujer shinigami a unos 2 metros, preparando un 5% de su reiatsu en la punta de su fiel baston, para pronunciar las palabras "Shakkahou" y así lanzar a una velocidad de 1k/h hacia la mujer, para que así pudieran dar paso a su entrenamiento.**
[code]**Observaba la llegada de su invitada, a pesar de la mirada de la misma este mostraba una despreocupada sonrisa, algo muy normal y típico de este hombre, se levantaba y negaba un poco con la mano por la pregunta de la misma para así poder contestarle con una voz despreocupada por igual.[/code]
[code]-Buenas Kuchiki-san, no se preocupe por eso, estaba aquí porque despedí a Yoruichi-san hace poco...Bueno ¿Pasamos?[/code]
[code]**Dijo así sin mas, dándose la vuelta y caminaba hasta la puerta y abriendo la puerta de esta para entrar a la misma, luego de ello pasaba a otra puerta que le lleva al Terreno Secreto de Entrenamiento, este es el lugar donde una persona puede ir a entrenar y ser más fuerte sin tener que hacerlo en público, lo que le permite, centrarse más en la formación de sus habilidades, u ocultar a otros durante su respectivo entrenamiento. Este terreno de entrenamiento es una habitación inmensa con un techo y paredes pintadas para que tenga la apariencia de un cielo nublado sobre un suelo desolado, marrón, escarpado y salpicado de árboles muertos.
Al pasar a este, el hombre llegaba hasta la misma y se quedaba parada en un punto x del lugar a la espera de su invitada para poder esperar por ella sin mas y comenzar su entrenamiento.**
[code]**Lunes 02 de Febrero, eran ya las 2:30 pm en la ciudad de Karakura, una ciudad situada en algún lugar de Japón, algunas personas yacen en sus casas o escuelas u trabajos, nada fuera de lo ocurrido, aunque esa ciudad es centro de fenómenos de sucesos paranormales, seres llamados Hollow que se filtraban a esa ciudad aunque existen quienes combaten a esas criaturas. Ya era muy caluroso ese día y parecía ser muy aburrido, mas para quienes han tenido una vida calmada en un mucho tiempo.
En esa ciudad se encontraba una tienda un poco extraña llamada "Tienda de Urahara" [浦原商店] es un establecimiento situado en esta ciudad. Aunque a primera vista parece una tienda de ultramarinos normal y corriente, en realidad su función principal es abastecer a los Shinigami que se encuentran en el mundo de los vivos, proporcionándoles apoyo logístico y vendiéndoles todo tipo de objetos espirituales. En la puerta de este lugar se encontraba el fundador de esta tienda quien es un hombre alto, de ojos grisáceos y pelo corto de color beige con un mechón en medio de la frente. Siempre lleva las mismas ropas, consistentes en un kimono verde, un sombrero a rayas blancas y verdes y un abrigo de una tonalidad más oscura que es ligeramente reminiscente, en cuanto a su diseño, al haori blanco que visten los Capitanes del Gotei 13. El rasgo más vistoso aparte de su sombrero, en toda su indumentaria, son las sandalias de madera de estilo japonés que siempre lleva.
Este hombre esperaba en las puertas de aquella tienda a una de sus amigas, quien había invitado para tener un encuentro amistoso o de prácticas ya que tal parece que viejos enemigos se postraban en la ciudad, anchándose aire con un abanico de madera en la espera de aquella mujer shinigami mirando hacia el cielo.**
