User1528292

✙║Nombre: Davion Gareth
✙║Edad: 26 años
✙║Genero: ♂
✙║Raza: humano.
✙║Clase: Caballero.
✙║Nacionalidad: Francia
✙║Titulo: Excaballero de la corte del Rey Arturo
✙║Lineamiento: AntiHeroe.

Davion Gareth, nació de una prostituta, quien poco a poco calló a la locura con el paso del tiempo debido a una maldición que fue lanzada por una bruja por haberse acostado con su marido. La ausencia de su padre fue llenada por una seudo figura paterna, un antiguo amante de su madre, quien le enseñó la autosuficiencia desde la más tierna edad de Davion, quien comenzó un tortuoso camino hasta su vida joven y adulta, comenzando por la pérdida de su madre a la edad de cuatro años, sellando con esta el término de su nula infancia para así convertirse en parte de la compañía de mercenarios en la cual viajaba desde el día de su nacimiento.

Desde pequeño se crio en medio de la guerra, la violencia y la incertidumbre que rodeaban la vida de los mercenarios. Se le enseñó el arte del manejo de la espada, el arco y otras armas desde una edad temprana, sin siquiera saber hablar bien su estricta figura paterna lo obligó a pelear contra él para endurecerlo y convertirlo en un desde lo antes posible para así poder pelear por algún noble y así pueda ganarse el dinero para poder comer.
Cuando tenía apenas cinco años, su padre lo obligó a presenciar una ejecución pública en la que un prisionero fue torturado y decapitado. Davion quedó traumatizado por el resto de su vida y no pudo olvidar el sonido de la carne siendo cortada y el grito del hombre agonizante.
Su padre lo obligaba a trabajar desde muy temprano, y lo sometía a maltratos físicos y psicológicos constantes. A menudo lo dejaba sin comer y lo castigaba brutalmente por cualquier cosa que considerara un error.
Davion no tuvo amigos ni amor en su vida. Los demás niños lo evitaban porque temían a su padre y su reputación como un hombre cruel y sanguinario.

Mientras su proceso de crecimiento seguía formó un lazo con su figura paterna, a quien veía como un padre más no lo era para este, una simple herramienta con la que podría ganar dinero no más diferente que un niño esclavo, pero esto no duraría por mucho tiempo, ya que mientras más crecía el pequeño Davion, este creció en fuerza y en destreza siendo desde muy joven reconocido por las matanzas que podría lograr para su compañía de Mercenarios, ganándose el apodo de “Rojo” debido que terminaba cubierto de la sangre de sus numerosas víctimas.

La compañía de mercenarios era la más temidas entre los reinos, y las historias sobre sus victorias en la batalla se extendieron por todo el territorio. Esta compañía estaba conformado únicamente por humanos, en su mayoría eran hombres que a pesar de todo, formaban una gran familia siendo el líder Marcus, la figura paterna de Davion, por lo que este era quien encontraba los contratos por los que peleaba y así fue como acepto su ultimo encargo, salvaguardar un castillo de un ataque que nunca se especificó.

En la noche en que fue pactada la compañía para proteger el castillo comenzó el ataque, la Compañía de Marcus, quien se contaba por miles se estacionaron a las afueras del castillo, que de por si, por el lugar donde se encontraba, ya llamaba la atención de Marcus, en los límites de las naciones Elficas de Caranthir, esto no le pudo prevenir de la masacre que se avecinaba.

La compañía fue arrasada por su totalidad, la bajas se contaban por cientos mientras que las bajas de los atacantes se desconocían hasta que se acercaron lo suficiente para poder observarlos bien, eran elfos oscuros, quienes con sus armas y su destreza superaban al promedio, pero esto no basto para sorprender a Davion quien hizo honor a su nombre y llegó a decapitar a varios Elfos, los que se quedaron atónitos ya que en su longeva vida no había visto a un humano que luchara con tal salvajismo y destreza con la espada, generando en ellos un miedo en quererlo atacar cuerpo a cuerpo, pero ello no fue lo suficiente, la compañía había caído, Marcus, había sido herido y con sus fuerzas mermadas, Davion y compañía decidieron retirarse en sus caballos con un grupo no mayor a veintes supervivientes.

El bosque fue cruel con el pequeño grupo de supervivientes, pero más crueles fueron los habitantes de estos, elfos, hadas y gnomos; quienes se negaron a socorrer a sus heridos o entregarles comida por lo que en poco tiempo, su número fue cayendo presas del inclemente bosque o heridas por la batalla, donde Marcus perdió la vida sin pena ni gloria, por lo que Davion, solo tomó de su cadáver su collar, el cual era un amuleto muy poderoso contra las magias oscuras y hechizos.

Ese día con la Muerte de Marcus la compañía se disolvió, a partir de entonces, Davion cambió, ahora su principal motivación era la venganza y el odio hacia aquellos que habían matado a su padre. Una vez fuera del bosque los supervivientes se separaron cada uno en su camino, Davion por su parte quiso seguir con el nombre de la compañía, por lo que adopto su nombre, Davion Gareth, ya que la mayoría de sus miembros eran originarios de la localidad de Gareth.

Davion Trabajó como mercenario viajando con su Caballo por lo largo y lo ancho de las localidades humanas, matando a demonios o seres que aterraban las localidades a las que visitaba, llegando a mejorar su armadura con diferentes materiales que llego a recolectar, como escamas de dragón para su armadura, o colmillos de otras tantos seres para convertirlos en parte de su armamento personal que lo ayudaba a pelear, comenzando a forjarse un nombre entre las localidades de humanos y otros seres mágicos. Comenzando a tener enemigos poro muchos lugares por su forma de tratar a otros seres mágicos y su falta de respeto a ellos. Pero todo esto tendría un fin cuando fue llamado por un grupo mixto de seres mágicos, entre ellos una Elfa, Beatrice.
Davion y Beatrice se conocieron en medio de una misión en la que ambos formaban parte de un grupo de mercenarios contratados para escoltar un cargamento de valiosas joyas y reliquias de un reino a otro. Desde el primer momento, Beatrice sintió una conexión especial con Davion, un caballero que destacaba entre los demás miembros del grupo por su valentía y determinación.
A pesar de que Beatrice era una elfa, acostumbrada a mantener una cierta distancia de los humanos, no podía evitar sentirse atraída por la presencia de Davion. A medida que avanzaba la misión, ambos se fueron conociendo mejor y compartiendo momentos de camaradería y confianza.
Sin embargo, Beatrice sabía que su amor por Davion era imposible. Como elfa, tenía una vida mucho más larga que la de los humanos, y sabía que tarde o temprano tendría que decir adiós a Davion, mientras que él seguiría viviendo su vida como un mortal.
Pero Davion también había comenzado a sentir algo especial por Beatrice, y no podía evitar buscar cualquier excusa para pasar tiempo con ella. La tensión entre ambos fue creciendo hasta que, una noche, durante el turno de guardia, se besaron apasionadamente.
Una vez terminó aquella misión, Beatrice lo invitó a formar parte de su equipo, un grupo de mercenarios a sueldo.
Beatriz, para sorpresa de Davion era una poderosa elfa, líder de este nuevo grupo, tanto él como sus compañeros luchaban por dinero y se hacían famosos por su habilidad en el combate y la eficacia en resolver toda misión que le mandaban.
Davion había encontrado una nueva familia, con la que comenzó a fraternizar con el paso del tiempo viajando por lugares que nunca había ido en toda su vida, pasando muchas aventuras que los unía poco a poco haciéndolos una familia.
Pero su mundo cambió cuando una noche en cuanto Davion estaba durmiendo, un ruido lo despertó y estando con su collar se dispuso a averiguar el origen del sonido, para ser sorprendido por una bruja, quien lo atacó, generando un gran bullicio por la pelea generando que los otros miembros de su grupo se despertaran pero en vez de ayudarlo, se iban en su contra, ante esto Davion centró sus ataques en esta bruja, pensando que era ella quien los había hechizado para controlar su cabeza, por lo que una vez muerta pensó que sus amigos y entre ellos su amada Beatrice entrarían en razón, mas no fue así, siendo herido en gravedad por sus amigos y una vez inmovilizado por sus compañeros, le confesaron a Davion que habían sido contratados por seres muy adinerados, dándoles una cantidad de dinero absurdamente alta como para dejar de trabajar por el resto de su vida si lo mataban, por lo que iban a matarlo esa noche.

Davion lucho contra sus compañeros logrando escaparse de estos no sin antes sufrir un gran daño, casi hasta matarlo, pero su odio, su dolor y sobre todo su orgullo lo hizo levantarse ante los incesantes golpes de los ogros de su equipo o ante el dolor de sus golpes y daños por las flechas que le lanzaban aun así, se levantó con aquella fuerza de voluntad que lo identificaba, y con el dolor de su corazón atravesó el pecho de la última integrante de su grupo, su amada Beatrice y con un rugido lleno de odio y dolor, que hizo eco en el bosque callando a todos los seres que allí vivían, mató una parte de él allí, mató lo poco de humanidad que le quedaba.
A pesar de su odio hacia ella por haberlo traicionado, no pudo evitar sentir un profundo dolor por la muerte de la elfa a quien había amado en algún momento.
Tras la muerte de Beatrice, Davion se convirtió en un hombre frío y distante, y su corazón se llenó de una profunda amargura hacia el mundo. Continuó luchando como un mercenario, sin importarle a quién lastimaba o traicionaba. Sin embargo, la sombra de la traición lo persiguió a lo largo de su vida, y nunca volvió a confiar en nadie, ni siquiera en sus compañeros de lucha.