*Estaba despierta, y viva... Extrañamente mis pulmones se llenaban de aire y este salia de mis labios en forma de vapor, mi cuerpo estaba rodeado de una gruesa capa de hielo ¿era su ataque?, era acaso, la desesperación de Degel lo que me rodeaba tan fria y protectoramente?, quise abrir los ojos pero no pude, me sentia suspendida en el aire y el largo cabello lleno de escarcha se movia como si estuviese bajo el agua, una extraña calidez rosaba mi pecho, mi mano consiguió moverse y con la punta de los dedos la toqué, entonces todo resplandeció, la esfera se hizo pedazos y mi cuerpo quedo liberado....
Pero mi cuerpo seguia sin responderme, entonces aquella calida energia se adentro en mi cuerpo haciendome abrir los iris, sobre mi habia un techo de piedra y se respiraba un olor a humedad, la energía me quemaba por dentro, emiti un gemido de dolor que parecia imperceptible hasta para mi misma ¿que me ocurria?, ¿que había pasado?, intentaba pero no lograba recordar nada, solo a Degel, su rostro entristecido y su suplicas, pero ¿porque?... y fue entonces cuando esa segunda voz se colo en mis pensamientos, era aspera, dura, tajante como un cristal, pero sumamente poderosa.
"Esta vez nadie podra salvarte, esta vez tu seras yo..."
-..Po....Poseidon...-Murmure, el primer sonido que salia de mis labios, y tambien seria el ultimo...
El Dios se posesiono de mi cuerpo, de mi alma y de cada una de mis acciones, mis pupilas tomaron un profundo color azulado, la fiera mirada sonreia con cinismo, los mares despertaron y yo, yo no podia hacer nada, estaba a merced de algo que era mucho más fuerte que yo, el Dios y yo nos hicismos uno....
-Mmmm...-La suave risa salio despedida de mis finos labios, una curvatura larga, cruel y amenazante, la voz fría pero serena se contorciono hasta salir de mi garganta con suavidad.
-¿Algo a cambiado? Si... así parece....-Cubierta con tan solo un fino vestido blanco comence a caminar a las afueras del soporte principal y elevando mi cosmos comence a resurgir de entre los mares, en las afueras el cosmos de otro Dios me llamaba
Eran las frases en el interior de tan bella dama, mientras caminaba por la orilla del mar**