(11) Platicar con amigos, conversar sobre los nuevos vestidos de moda, mirar a un chico lindo por la calle e ilusionarse por ser la próxima celebridad… era realmente divertido. Pero, sobre todo, su familia…
¿Qué será de ellos? Una única perla cayó de su lucero derecho. El calor de la fuente de luz la comenzaba a abrigar. Este era el adiós. Sin embargo, la imagen de su amada familia perseveró inclusive si su cuerpo comenzaba a esparcirse a la nada.
Me encantaría disfrutar del bello placer de una vida doméstica. Cuanto daría… por volver a tener una vida normal. Una vez más, tan solo una vez más.
(10) Apenas sin fuerzas con un hilillo de sangre escurriéndose por su boca elevó su mirada a la eterna luna nueva. “¿Lo hice bien?”. Preguntó sin abrir la boca, su pensamiento se derritió en la neblina en las escasas energías de su consciencia. Ahora, tan solo quedaba esperar su inminente muerte provocada por sus propias manos. ¿Hm, será tan doloroso como sufrió Metalia o se disolverá en la nada sin darse cuenta? Y después, ¿qué? ¿Qué pasará con el resto del mundo?
Ah… la luz se acerca con calma. Inhala y exhala. Está bien, todo está bien. Si aún se le permite ir con los demás… —Todos… gracias. —Dio su último suspiro cerrando sus parpados. Era agotador tener que pensar, así que, recapituló memorias pasadas. ¡Qué preciosa es la vida normal, je! Entiende perfectamente porque su yo del pasado, Serenity, anhelaba una vida humana normal.
(9) Rio por momentos cuando se le dificultaba correr en la frígida tormenta, ¡no está sola! —¡No estoy sola! —Repitió con atención para animarse a recorrer los tramposos páramos.
Al final de tanta angustia, cuando al enfrentarse a Beryl horribles imágenes de la crueldad humana se le presentaron para hacerle caer, desistir de su voluntad para extender una mano amiga llena de esperanza; cuando observó desde su lugar caer a Metalia con el fugaz y último poder de sus amigas para sostener su propio báculo como controlar el legendario cristal de plata por medio de una oración de amor y fe. Incluso al caer y mirar el mundo desmoronarse sosteniendo su pecho para detener el aguijón doloroso por excederse de su aptitud para manejar un objeto extremadamente poderoso por primera vez… Sonrió aliviada, satisfecha de haber dado lo mejor de sí misma para liberar el caos que yacía en el interior de la Tierra por miles de años.
(8) Desde el interior de su pecho, la llama del amor derrite la tristeza que la abatió en un huracán de auto desprecio. —Amigas…
“—Ve, date prisa.” Exclamó Mars alentándola a continuar su camino hacia la puerta de la batalla final; no obstante, ya no estaba asustada. Sus amigas estarán con ella, así que, ¿por qué debería temer? —¡Sí! —Lágrimas brotaron de sus luceros, antes de amargura, ahora más decidida que nunca a lograr lo imposible. Sus piernas respondieron al instante despidiéndose de las figuras que representaron sus más cercanos pilares de apoyo. Quién sabe si existen otras guerreras en el sistema solar, o más allá de ellas. Por siempre evocará a las guardianas que dieron su existencia por el mero hecho de que la amaban.
(7) Los puños de su costado se apretaron con determinación. Es cierto. Es completamente verdad que luchar contra el mal no es un juego para niños, sin embargo, en tiempos desesperados la responsabilidad le tocó a ella. Jamás pidió ser una refinada y preciosa princesa que, probablemente, nunca volverá a ser. Pese a todo eso, tiene la compañía de sus amigas que creyeron en ella hasta el final. No puede abandonarlas, no así. Es ridículo tirar sus esfuerzos por conservar la bondad y felicidad de este mundo por pérdidas que desde un inicio sabían que sucederían.
Suspirando con unos cuantos hipos entremedio, abrió los ojos conmovida por tener su confianza incluso después de mostrar un lado tan débil. ¿Y qué si era un producto de su imaginación para motivarla a continuar? Las chicas en frente suyo son lo suficientemente reales; sus comprensivas y enternecidas sonrisas como sus miradas pacientes solo la arman más de valor, una sonrisa florece entre la ventisca invernal.
(6) No obstante, absorbió boquiabierta la sabiduría forzando a su cuerpo a levantarse poco a poco con los codos. Las palabras de fe como de ánimo de los espíritus que llevaba consigo en mente y alma la instaron a levantar su mano en curiosidad, casi como si deseara fundirse con ellas.
Sin embargo, su última petición por proteger este mundo de la devastación jamás podría ser ignorada, aunque, se mostraba conflictuada, ¿y si volvía a fa-…?
Ante la imponente voz su cuerpo reaccionó enderezándose completamente. —Rei… —Reprimió el gimoteo con sus labios cuando poco a poco buscó la fuente de la última persona que la defendió, quien cuidó de ella en sus momentos finales. Asintió obedientemente.
(5) —Sí, eso es… Cuando despierte, vendrán y me darán los buenos días. Y… —Un rostro en particular la colmó de culpa, su labio inferior tembló. Inhaló aire para continuar, convencer a su mente de terminar con esto era demasiado difícil. —…Rei, me dará los buenos días y dirá: “Usagi-baka” … como siempre. —Escondió nuevamente su rostro al obligar a su cuerpo adolorido en “bolita”, ya no aguantaba más. Por favor, por favor, paren, esto es demasiado.
En medio de sus patéticos lamentos, todo su cuerpo fue envuelto en una calidez reconfortante, una brisa que procuraba lavar sus sollozos colmándola de afecto, consolando su angustia que su cabeza persiguió aquel viento llevándose la sorpresa de su vida. Sus ojos no daban crédito a lo que veía. Claramente se volvió loca.
(4) Un nuevo llanto surge mientras su puño se lacera contra las heladas rocas, una mancha carmín hace acto de presencia después de unos cuantos segundos. ¿Qué debería hacer?
—Lita, Amy, Mina, Rei… —Hace unos cuantos días sus risas inundaron el templo Hikawa, sus buenas intenciones de animarla por todo lo acontecido abruptamente. Imaginó que las cosas terminarían con un “final feliz” como siempre pero ahora… —Esto debe ser un sueño… —El patético susurro provocó más hipos, su mirada entrecerrada miraba a la nada absoluta. Frío viento mecía sus manchados hilos dorados.
Sí, era un sueño. Por eso sus inmensas ganas de torturarse rebobinando esas escenas, era probable que buscará un mejor curso para sus amigas, era por eso. En dado caso, ¿por qué no podía hacer nada? ¿Era una de esas fantasías en las que debía llegar hasta el final para poder despertar?
(3) Golpeó nuevamente su frente con fuerza al suelo, sus húmedos ojos rojos de vez en cuando soltaban una que otra lágrima que fácilmente se mezclaba con el moqueo, el incontrolable hipo jamás paró al repetir la cinta de sus errores. “¿Qué tal si…? ¿Y si yo…?”. ¿Para qué buscar futuros alternativos si el presente, ahora pasado, ya sucedió? Está sola, y la única culpable es ella.
Su cobardía para enfrentar su destino cobró la vida de cada persona que amó, pronto desterrará el alma de los seres de este planeta, y duda que en la próxima vida pueda librarse de la condena eterna por ser la responsable de ello. No, no importa. Es justo que pague en su momento, después de todo, está demasiado cansada como para intentar moverse, ¿por qué insistió tener la capacidad para enfrentarse a algo mucho más grande cuando es una chiquilla que llora por todo? Tan solo destruyó vidas inocentes con sus caprichos.
