(2) Exhaló encantada por las palabras de su amada, asintiendo a todo lo que decía obedientemente. —Yo también. He esperado por esto tanto tiempo. Fighter, dime, ¿Qué tal si a partir de ahora, volamos juntas sin separarnos jamás?—Contorneó afectuosamente dibujando línea imaginarias con su dedo índice, transmitió todo su anhelo en su voz. —No sé lo que suceda mañana, sin embargo, quiero aprender a vivir una vida junto a ti. Eres todo lo que deseo en este mundo.

(1) De puntillas se conformó en ser conducida de la manera que su estrella deseaba tenerla. Pasarían mil veces obteniendo sus dulces besos y continuaría emocionándose más allá de las palabras como la primera vez. A un suspiro de distancia se encontraba alcanzando el cielo; el placer inundandola en emociones desconocidas y peligrosas que deseaba con todo el alma experimentar con la única persona en este mundo que la comprendía.

Mantuvo sus suspiros siendo callados en la cabeza de su guerrera. Había cierta fantasía de tenerle así, como una guerrera con su joven amada. ¿Cómo hubiera sido si en lugar de Endymion, Serenity hubiera caído rendida a los encantos de esta estrella? De entre todos los luceros del firmamento nocturno, la luna alumbró de felicidad por ser cobijada con la luz amorosa de su estrella guía.

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Su corazón latía tan fuerte que incluso Usagi podía sentirlo, el pecho de ambas se presionaba fuertemente por lo que incluso Seika sentía también los latidos de su princesa.

-Me encantaría que el tiempo se congele en este instante.- Dijo sin pensarlo, volviendo a besarla, avanzado por su cuello para mordisquear su oreja.

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Al verla de pie frente a ella se congelo, tenia planeado un bello monologo para su querida Bombón pero su mente se quedo en blanco y aunque le daba algo de pena el haberse caído por tropezar con la alfombra, la tierna sonrisa de Usagi hacia que todo valiera la pena.

Las palabras simplemente no salen de su boca balbucea algo inentendible, cuando reacciona ya se encontraba de pie tomando la bandeja que ella llevaba para ponerla sobre una pequeña mesa. En ese momento no entendió como es que había llegado a ese punto, pero no le importo.

Sintiendo una gran felicidad en su pecho abrazo a Usagi con gran cariño, el calor de su cuerpo le confortaba y el aroma de su cabello la llenaba de emoción. No logro escuchar lo que su princesa le dijo ya que solo se enfoco en los labios de esta los cuales beso amorosa, tomando su diestra y entrelazando sus dedos.

No sabia que Usagi estaba sola en casa, lo que para Seika era muy emocionante el estar así con ella, su corazón latia tan fuer

(7) Evitó su mirada con timidez al ser consciente de su corto camisón revelando gran parte de su piel, brazos y la mayor parte de sus piernas descubiertas. Pensaba en usar una sábana para cubrirse pero llegó un poquito antes... Oh bueno, ¿No haría demasiado mal, verdad?

A pesar de que cierta vergüenza se apoderó de su delgado cuerpo por ser vista de esta forma, se apoyo en el marco de la puerta. —Me alegro de que no hubieras hecho esperar a esta, ¡Oh, dulce princesa! —Rio con suavidad imitando a una elegante doncella. Todo con Seiya era maravilloso, mágico. Siempre era tener la cabeza en las nubes.

(6) Emocionada avanzó unos cuantos escalones hasta llegar al pasillo principal de la planta alta.

Dentro de sí misma era un revoltijo de emociones apasionadas que anhelaba lanzarse a los brazos de su amada guerrera si no fuera por la bandeja en sus manos. —¿Fighter, eres tú? —Llamó por mera cortesía y mofa. Aguantando las inmensas ganas de sonreír que sus mejillas dolían por el esfuerzo. —Nee, pensaba que no ibas a venir y solo abriste la boca por hablar. —Bromeó con la estrella al llegar a la entrada de su habitación, observándola en toda su gloria su corazón se alborotó llevando calor en todo su cuerpo.

Reflexionando sus palabras, si aquello hubiera pasado, sentiría una gran desilusión que no saldría de su cuarto por días. No obstante, su Seika es una guerrera de palabra, leal hasta la médula y apasionada como las llamas ardientes de un fénix. Evitó su mirada con timidez al ser consciente de su corto camisón revelando gran parte de su piel, brazos y la mayor parte de sus pierna

(5) La hora marcaba las 10:30 PM. En cualquier momento aparecería, podía sentirlo en sus huesos. Observó por última vez el espejo antes de abandonar su habitación. Quería conseguir unos cuantos bocadillos nocturnos y tal vez, leche... ¡Ay, cuando necesitaba jugos o algo más no había! Tenía que conformarse con algo.

Colocó lo que necesitaba en una bandeja antes de que un abrupto estruendo se escuchara por toda la zona. El ritmo de su corazón se aceleró. ¡¿Algo malo había pasado!? No obstante, escuchó distante unos cuantos gritos, se calmó. Tan solo eran imprevistos de la calle. ¡No quiere que arruine nadie su momento lindo con su amada!

Ugh. Universo, no te pongas en mi contra.
Con la bandeja en brazos comenzó a subir los escalones con mucho cuidado antes de advertir que alguien estaba en el piso de arriba. Pondría sus cinco sentidos alerta si no fuera por la abrumadora calidez que la inundó, la familiar luz de una brillante estrella... Su Fighter.

Emocionada avanzo unos cuan

(4) Tomó la toalla con delicadeza al salir del agua, quitó los vestigios del agua con suavidad para después colocar esa toalla sobre sus cabellos. Rápidamente, se vistió con las ropas que eligió y procedió a salir del baño. Revisando la hora del reloj de su celular marcaba "9:45 pm". Tenía tiempo para aplicar algunas cremas, perfume y desenredar su desastroso cabello.

Aplicando una crema para su rostro y una para el resto de su cuerpo con suma atención, decidió que ahora debía arreglar su nido de pájaros. Paso el resto de la hora moviendo el peine desde el final de sus cabellos hasta las raíces para que cuando alguien acariciara sus hilos rubios, no tuviera molestias al encontrarse con nudos.

Todo ese proceso fue algo tedioso. Sin embargo, al mirarse al espejo, encontró una joven doncella ruborizada. Definitivamente, parecía una inexperta y dulce amante esperando a su "caballero". Exhaló enamorada de su propia fantasía.

La hora marcaba las 10:30 PM. En cualquier momento aparec

(3) Siguiendo los consejos que escribió una vez a los catorce años, busco entre sus cajones un bonito camisón, delgado y limpio. También necesitaba unas panties que fueran ni muy atrevida o demasiado simple, uy, era muy difícil elegir. Al final optó por su color favorito un rosa pálido.

Desató sus bombones, rulos dorados cayeron por sus hombros; de esta forma, se veía un poco más madura de lo que aparentaba en el espejo. Suspiró.

Alcanzando las cosas que necesitaba del tocador y una toalla abandonada en un sillón, apresuró su paso hacia el baño.

Las burbujas limpiaron cualquier defecto en su cuerpo; acariciando con lociones sus mejillas, el agua caliente recorriendo su espalda y trayendo paz en su cabeza cansada de lidiar con los problemas del mundo. Podría quedarse en esta paz toda la noche si no fuera porque necesita prepararse para la llegada de su persona especial.

Tomó la toalla con delicadeza al salir del agua, quitó los vestigios del agua con suavidad para después co

(2) Cerró casi con fuerza la puerta de la entrada y corrió como si la persiguiera el diablo a limpiar toda imperfección de su cuarto. Había limpiado toda la planta baja, y algo de la alta, pero, para evitar sospechas, desentendió deliberadamente su recámara.

Toda la ropa sucia la colocó en la canasta que correspondía. Las sábanas de su cama las ordenó correctamente y cada cosa fuera de lugar la ordenó.

Pronto, nadie descubriría que alguna vez, fue el nido de una chiquilla que solo se la pasaba leyendo manga. Suspiró aliviada.

Su gatita, Luna, no estaba aquí. Afortunadamente, se quedó en casa de Amy. Probablemente, se volverían a ver en dos días con eso de que no hay señales del enemigo.

Pasó su brazo derecho por su frente quitando el sudor acumulado. Ahora, tenía que reparar su propia imagen para su adorada estrella fugaz... Ah, será mejor que Fighter la este mimando toda la noche por todo su esfuerzo.