¿Todo? ¿Cualquiera que sea? —Habló profundo, en una combinación peligrosa entre la seducción y el peligro. Dejó el cinturón en la cama y se le fue encima: le hace cosquillas, todas las que puede.— ¿En serio soportarás esto?

Quedó quieta sobre esa almohada mientras lo ve acercarse tan despacio que parece ser un depredador. « Dios mío, eso..No. » dijo a sus adentros siendo víctima de muchas ondas eléctricas causado únicamente por ese dedo masculino que dibuja su espalda.— Estoy dispuesta a soportar todo tipo castigo.

Haremos una sumatoria de tus pecados, ángel. —Se aceró muy lentamente hasta la orilla de la cama, sin llegar a subirse con ella, pero sí alcanzó a tocar su espalda con la punta de los dedos, delineándola extremadamente lento.— Y me tomaré el tiempo necesario para hacerte pagar por cada uno de ellos.

Tragó en seco al escuchar ese azote que le hizo estremecer hasta el último rincón de su ser. Un fuerte calor abrazó enterito su cuerpo y sonrió de manera suave. — Merezco el peor de los castigados, porque no he dejado de pecar. — Pasa su propio pulgar por su labio inferior hasta morderlo.

Solo advierto... —Sonriendo igual que ella, se quitó el cinturón muy lentamente, azotándolo en su propia palma, como si quisiera ejemplificarle algo que dejó a su imaginación.— ...que hay castigo.

— Xi-Xion.. — Voltea su rostro con penita aunque tiene esa mirada coqueta. — ¿Tan así? Entonces, arderé contigo.

— ¿Será un buen momento para decirte que te irás al infierno conmigo por pecadora?