« Te quiero desde que me enseñaste que conquistó con mi lado infantil, llena de travesura. Te extrañó cuando no siento tu aroma cerca mío. Te odio cuando te ausentas por períodos largos, llenándome de agonía. Te deseo así como el amanecer para iniciar mi día porque el placer que me das al verte tan cerca, debería ser pecado. Te adoro cuando callas mis pesadillas con tus ternuras.. Te quiero por todo lo que me haces descubrir de mi misma. »
— Llegaste como lluvia en primavera, para refrescar mi existencia, salvándome de una sequía. Eres equilibrio entre el deseo y la más grande de las ternuras, mi brújula personal donde puedo perderme horas y encontrar el camino de regreso sin problemas. Eres paz y libertad, te quiero porque puedo ser yo mismo y nada más.
