—Con la barba llena de migajas y ojos llenos de curiosidad, miró el video. Ladeó el rostro y frunció las cejas... No estaba entendiendo muy bien, era extraño.— ¿Por qué te vistes como coneja? ¿Alguien te paga? ¿Otras personas te ven haciendo eso y les gusta? —Si bien estaba muy familiarizado con temas de actualidad, a veces se le notaba que el peso de la inmortalidad le cobraba conocimiento.
Al final, sonrió y simuló que iba a morderle la nariz.— Eso sí lo entiendo... Algún día me gustaría ver tu trabajo.

Sorprendida quedó cuando escucho la primera pregunta, a lo que ella procede a dejar la porción en el plato y extrae el móvil de su pequeña mochila que tiene a un lado de su cuerpo. Limpia con pereza los dedos sobre la servilleta de papel y busca un vídeo donde se la ve jugando vestida de coneja; no tan infantil era ese traje, claro. — Es eso. — le muestro la pantalla del celular y sonríe casi nerviosa, mordiéndose el labio inferior por ese guiño; se estaba conteniendo. — Qué galán el duque.~ Y hago publicidad de lencería fina.

—Lo que para él era una "rebanada" era más la media pizza que tenía en frente, comiendo con gran apetito, escuchándola lleno de curiosidad.— ¿Qué cosa es un stream? —Ladeó el rostro, confundido, aunque lo primero pudo reconocerlo y sonrió.— ¿En dónde trabajas? Lamento si sueno entrometido, pero creo que... Era obvio que eras modelo, digo, lo que se ve no se pregunta. —Le guiñó el ojo en medio de migajas en su barba, está comiendo cual loco[?].—

— La comida nos da todo desde poder hasta rollitos. — Siguió con la broma pero saber que le ayudo un poco provocó que sonriera ampliamente. — Para servirte, duque. — ¿Una broma no tan broma? Quizás, quien sabe. Suspiro llena de placer tras recibir ese beso en los cabellos. — ¿En verdad quieres saber? — Poco a poco fue separándose de él par permitirle comer y que ella también pueda coger una porción grande de pizza cuál muerde en la punta. Traga y continúa. — Soy modelo y hago streams. — Vuelve a morder la porción deleitándose cuál glotona que es; parecía no haber comido por días. [?]

Suenas muy sabia. ¿La comida de este lugar da ese poder? —Bromeó solo un poco. La verdad es que necesitaba escuchar algo así, lo hizo sentir menos culpable.— Gracias, necesitaba ese tipo de consuelo. —Terminó por dejar un beso fraternal en sus cabellos, producto de que se había vuelto sensible por el tema. Sin embargo, echó una ligera risa al aire cuando la escuchó.— ¿Quién no me tendría envidia?[?]. Pero, dime ¿en qué trabajas? —Era curioso por naturaleza y glotón, pues intentó no soltarla mucho pero su estómago pedía una rebanada de pizza así que sucumbió ante la gula, tomando un trozo grande.—

No le molesta escucharlo, todo lo contrario sabía que era una forma de conocerlo aún más pese a que tenga el atrevimiento de abrazarlo en público y ya importándole tan poquito el resto del mundo. — No, no lo eres. — es inexperta en el labor de madre pero tiene una cierta idea. — Eres humano, sientes y te cansas. Siéntete así cuando finjas que no te pase nada y le des un lado nada sincero.. Relájate, por lo poco que sé, no eres mal padre, todo lo contrario. — Ella no es una persona que miente, prefiere la verdad ante todo. Y Xion, siempre desde que lo conoció jamás oculto lo de su paternidad cuando otros lo harían. — ¿Hmm? Ah, debe ser por mi trabajo. — sonrió a gusto cuando el mentón masculino se apoyo en su cabeza, dándole la confianza como para que se relaje en el abrazo. — Ignoraros, quizás.. Le das envidia.

A veces quisiera... Ya sabes, un tiempo para mí. Los amo, pero necesito respirar a veces... ¿Eso me hace un mal padre? —Se lo venía preguntando desde hace mucho, desde el momento en que sintió que estaba descuidándose por darlo todo por sus hijos. Era una combinación entre seguir adelante y la culpa de no sentirse un buen papá. Suspiró profundo y de no ser por ese abrazo cálido, se hubiera perdido en sus pensamientos.— Oye, que eres popular, creo que quieren arrancarme los ojos por tenerte así. —Ni si quiera lo susurró, notando cómo eran observados con recelo, esto lo motivó a recargar la barbilla sobre la cabeza de la rusa.—

Parpadeó un poco porque el comentario primero la hizo sentir confundida pero ya le hallará respuesta. — Deberías salir más, digo, hay sitios donde puedes visitar con tus cachorros. — expresó tranquila dejando que ese pequeño rubor disminuya. Sin embargo, cuando la llevó contra él, su rubor volvió pero lo oculto apoyando su rostro contra el torso ajeno momentáneamente. — Gracias, Xion. — suspiró relajada y sin darse cuenta, lo abrazó dejando caras amargadas por su entorno.

Yo solo quiero eso, dar comida deliciosa. Pero si esto no se da en un café, tengo que pensarlo... —Era más un comentario para él mismo que para ella. Cuando notó ese pequeño rubor terminó sonriendo, no pícaro, si no con ternura. Le pasó el brazo por los hombros y la atrajo hacia sí, como si la abrazara para protegerla.— No voy a irme, comeremos juntos y luego te escoltaré a casa.

— Creo que es un resto-bar, en fin, dan comida y huele deliciosa. — Que no se note su adoración por la comida. Por otra parte, tironea un poquito más de esa tela hasta que ambas miradas hacen conexión logrando que un dulce y minúsculo rubor rosado se vea en las mejillas femeninas. — Hmm, quizás. Capaz te vas.. Y me raptan. — dramática y exagerada. Soltó donde le jalaba. — No me dejes solita, Xion.