࿔ 𝐇𝐮𝐛𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳. ፧ . . Recuerdo el primer cliente que me abrió camino a lo que me dedico. Era un hombre mucho mayor, ni siquiera sabía si acerté con la edad pero olía tan bien y la manera de hablarme era tan.. Hipnotizante, jamás creí que un hombre con canas pueda demostrarme la juventud en tan bellas palabras. ¿Miedo? Prefiero decir que era ansiedad, no tenía miedo después de todo fui yo quien decidió meterse en este mundo. — Nena, recuerda que estoy aquí para apreciarte. — [..]
Esas fueron las palabras que hicieron detener mi próximo movimiento, porque estaba quitándome el único vestido caro que tenía ; mi madre me había hecho para mi luna de miel. ¿Qué pena, no? — Yo.. — sentí una fuerte vergüenza desatarse en mi vientre, piernas y rostro. Tenía las ganas enorme de ponerme a llorar. — No, nena. . Escucha. — La enorme mano del masculino sostuvo mi mentón; dioses, se sintió tan dulce. — Jamás dejes que ningún hombre de ojos lujuriosos te ensucie la piel. Eres arte, ahora.. Mi arte. — Sonrió mostrando su blanca dentadura, me abrazó y luego de vestirme, fuimos a cenar a un lujoso restaurante.
