—Maldita sea bien jugado... Yo me imaginaba dos conos en un mismo helado.— Se puso a pensar en lo que dijo y terminó negando un poco pero terminaría por ir con el heladero. —¿De que te gusta el helado?

— ¿Doble cono? O sea . . ¿Dos helados? — Sin dudar encadena su brazo con el ajena ya entusiasmada por la idea de dos helado; lo que él no sabe que esa pequeña mujer le encanta comer.

—¿Doble de todo? Incluido doble cono... Eso será terrible. Hahahaha— Se limitó a soltar una carcajada burlona pero buscando la complicidad por parte de la ojiazul, a quien le ofreció un brazo. —Ya veremos.

— ¡Si! Con doble de todo. ¿Si? — Rápidamente quita esa faceta infantil para transformarla en una actitud de alegría.

—¿Vamos por un helado?— Mueve la cabeza hacia un lado para ir a comprar uno o dos tal vez si es que ella se lo gana.

— Ojos chuecos y chiquitos pero lindos, bueno al menos lo has intentado. — Respondió entre leves risas entrecortadas porque quería seguir en esa postura infantil.

—Así chuecos y todos, están lindos. La verdad.— Terminaría de reír y se relamería los labios. —Son como pequeñas gotitas que iluminan en las sombras.

— ¡Hey! Cuánta maldad. — Arruga un poco los labios y frunce el ceño tomando una postura más infantil.

—Vamos, tienes unos ojos chuecos, pero tu cabello es lindo... Broma broma.— Se toma el abdomen riendo un poco, quería solo molestarle.

— ¿Tú dices? Solo quería que se vean mis ojitos.