— ¡A-acepto!— Su rostro fue bañado por el rocío de las tiernas lágrimas que salieron de sus ojos, esos mismos cargados de felicidad, ¿La razón? Su adorado novio le propuso matrimonio. Así como calce perfecto sus brazos rodearon el fuerte cuello de su amado para propiciar un cariñoso acercamiento en forma de abrazo.