Por primera vez Gyro mostró un gesto más que serio, el sarcasmo se fue por unos instantes de su actitud así como su temple de payasa.
Tragó con fuerza saliva y sus cejas rubias de ese bellísimo color arena se arquearon hacia cada costado de sus ojos en un gesto de preocupación, sintió que el corazón le golpeaba fuertemente el pecho.

— Sí te digo, no quiero que me digas nada... Y me dejes salir por esa puerta para vernos después... ¿Lo prometes?— OBVIAMENTE no se iba a exponer así nada más, por primera vez le tuvo terror al rechazo. Pero como todo los Zeppeli la valía estaba en su sangre y así esos ojos se posaron en él, destilando en su brillo ese sentimiento oculto.

— Me gustas— Dos palabras pero quería salir corriendo al más allá y ahí aguardó esperando el zarpazo para pensar en retirarse.

─ Es muy sencillo, eres muy extraña, por lo regular estarías molestándome a cada rato. Y ahora te portas muy callada y además tratas de evadirme cada que te pregunto algo; es que acaso estás queriend algo conmigo ? ─ De manera directa ve a su acompañante quien espera una respuesta de una buena vez por todas y por que no, saber que es lo que oculta. Clavando la mirada así en su acompañante, quien se ve oculta algo. ─

No pudo evadir más lo que decía, ya tenía la cara roja como sí fiebre tuviese, ahora guardó silencio.
Sí Gyro callaba era porque la cosa era realmente seria, fue la razón por la que se quitó el sombrero y apoyo el talón suavemente sobre la mano del rubio. Elevó la mirada a él; detallo cada rasgo, le gustaba mucho y quizás ya no debía ocultarlo.

— ¿Porque crees eso, Johnny?— Cuestionó directa y dejando ver en su rostro la gran necesidad de saber la respuesta.

—Sintiendo el pie de su compañera sobre el rostro entiende que quizás algo le avergüenza y como tal le trata de seguir el juego, haciendo caras o mejor aún queriendo averiguar que es lo que trama o siente realmente. —A veces creo que estás enamorada de mi, pero no lo creo.

— ¿Gustarme?— Se lo pensó y las mejillas se le encendieron al rojo vivo ¡OBVIAMENTE! Le gustaba muchísimo, no tenía idea de cómo le enamoró o ¿Sería un síndrome de Estocolmo? Ni ella lo sabía,pero molestar a Johnny y luego suspirar a solas al recordar sus caras amargadas era tan emocionante como domar a un potro salvaje.
— ¡JAJAJA! stai facendo idee sbagliate Johnny — Y ahora empujó su pequeño pie un poco hacía la cara del Jōestar como quién quiere quitarle margen de visibilidad.

— Dando un masaje al pie de su compañera para quitar ese calambre que dice tener, aunque no sabe si es verdad o simplemente lo dice para romper la tensión entre ambos a lo cual le dice que eso de que le gustan las mujeres que son complicadas de conquistar son para él como los Mustang pura sangre. — A veces creo que te gusto, o es mi imaginación.

— ¿Ah?— Metió el dedo pulgar bajó uno de los alerones de su sombrero para elevarlo un poco en Aras de asomar uno de sus ojos.
Parpadeó.
—¿Qué demonios?, ¡Oh! Johnny... Siento que me dará un calambre— Elevó más su pie para cubrirle la cara al rubio, OBVIO que eso le cayó justo en su pecho esas palabras la volvieron loca pero debía ver sí era cierto o no.

— No me gustan las personas superficiales, si fueras un poco mas seria con tus palabras quizàs las cosas serian diferentes. — Notando que quizás la respuesta que le dio le ofendió pues a ciencia cierta èl cree que solo esta a su lado por mera coincidencia y ayudarle a que vuelva a caminar y dejar la silla de ruedas a la cual fue postrado. — Además me gustan las potrancas que no se dejan domar fácil, por que las de yeguas cascos ligeros van y vienen.

Abrió sus ojos en desmesura para arquear un poco una de sus cejas, no debía ofenderse por eso después de todo era ella quién SIEMPRE le hacía bullying. — Ah, es cierto... sí, a Johnny solo le gustan las modelos de revistas— Se recostó más sobre el espaldar de la silla y cubrió su rostro con el sombrero que tenía.

— Estoy cansado, ayer estuve montado a caballo todo el día y me falta el aire, ademas que te hace creer que babeo por ti ? — Masajeando los pies de su compañera la cual con su técnica de rotación le ayudo a recuperar el movimiento de sus piernas. Por eso esta en deuda con ella. —