Mesero: — Excuseme Lady... ¿Porqué está enojada?, Está dando una pésima impresión—

Josephine sentía que le ardía la sangre al ver como Caesar seguía coqueteandole a las demás mujeres, incluso se escuchó que gruñía entre esos perfectos dientes. — ¡Grrr!, ¿Qué acaso eres idiota, mesero?, No tenía ni idea de que éste lugar estuviera lleno de zorras, ¡Me siento indignada!—La verdad quería golpear al rubio, pero por otro lado sintió un poco de decepción por ella misma, soltó un suspiro, buscó la silla para levantarla y ponerla en su sitio. Tuvo que tragar saliva y elevó la mirada hacía el Italiano, clavándole un gesto un tanto frívolo — Buen provecho... Zeppeli — Dejó gran parte de su dignidad ahí pues dicho eso solo acomodó el pañolon que llevaba en su cuello para retirarse del lugar.

Entre tanto, Caesar no cabía de asombro al ver que esta vez si se enojo y ni quería preguntar por que le iba a ir peor, por lo cual mejor se puso la mano sobre la cara para evitar lo siguieran viendo, en lo que el mesero trae la comida, una pena le invade pero por el otro lado le seguía coqueteando a cuanta chica veía aunque realmente lo hace por ver hasta donde es capaz de llegar Jojo. Divirtiéndose como nunca por burlarse de su amada. *

* Viendo que esta de celosa, mas lo hace a propósito, haciendo llamar la atención y mandando besos a otras mujeres, pues sabe que es recelosa Jojo y solo por ver que hará le manda piropos. Tranquilamente ve a dichas chicas y como tal sigue haciendo lo suyo, para ver si en realidad la enana se va a comportar o va a reclamar lo que es suyo. *

No le siguió la corriente de su berrinche a modo de tristeza falsa y eso cabreó a la Joestar. Tanto que soltó un sonoro suspiro y agarró los cubiertos para empezar a comer como el protocolo decía ¡QUERÍA! Tragarse todo de golpe y no podía. Ya estaba sufriendo en el propio juego que ella misma inventó, debía guardar la compostura pues había muchísima gente y ... Esperen ¡Mujeres! ¡MILES! Y muy elegantes qué.

— ¿Qué demonios están viendo?— Siguió la mirada de unas cuantas y cuando notó que todas recaían en Zeppeli se quedó de piedra.

— Mirando como es que le hace una de esas escenas de drama tan falsas, que no sabe por que es que lo hace pero si por una razón u otra lo hace para incomodarle, si que lo logra ya que es una enana capaz de hacerle rabiar y también a ser un poco mentirosa. Por lo cual pensó un poco antes de decirle, le dice que no la ha regañado pero que si se comporte con un poco de educación y que no haga cosas malas. — Y bien, come, que necesitas ejercicio que Lisa Lisa nos va aponer pruebas duras.

-Elevó la vista hacía él, logró hacer un gesto dulcemente angustiado, quería hacerle ver qué se sintió regañada por él. Aún debía seguir comportándose como la dama que él mismo había pedido-

¿Tan solo un poco? Y ¿Sí de verdad no puedo con todo esto?.

-Ahora elevó la diestra para fingir que alguna lágrima se le escapó de sus ojos color esmeralda-

*Frotándose la frente por que sabe que sin dudas, es alguien que sabe comportarse entre gente pero aquellos comentarios fuera de contexto si que le cayeron de extraño por lo que sin dudas le hizo querer ganarle la risa o simplemente dejar pasar por alto aquellos comentarios tan raros. * Pues te lo tienes que acabar por que no estoy dispuesto a que dejes la comida, estás muy delgada y necesitas comer bien y así que te lo acabas ok ?

Oh, cariño ese fue un comentario demasiado cruel. Podría aprender a hablar tu idioma pero te recuerdo que siempre que nos quedamos en soledad...intimamos.

-Cubrió su boca para parecer dulcemente avergonzada pero a decir verdad quería gritarle que no fuera tan malo con ella, pero Josephine era mujer de palabra: Caesar Zeppeli quería una dama.... ¡LA TENÍA!. Así apretó fuertemente su mandíbula por breves segundos y observó el platillo sobre la mesa-

Se ve exquisito, no sé sí pueda comerme todo ésto.

No sabes hablar italiano ? Que remedio, me topo con la única mujer que no habla italiano. * Hablando el idioma natal de ese lugar, pide la carta y una ensalada Cesar para él y para ella un estofado de carne Vincisgrassi ( e trata de un plato muy popular de Le Marche, en el centro de Italia, junto al Adriático. Similar a la lasaña al horno, está considerado uno de los emblemas gastronómicos de la región ) pensando en que quizás pese a tantos modales, tiene un lado que quiere reírse pero se contiene. *