-Era fría y oscura la noche, el cielo estaba cubierto por nubes que impedían que la luz de la luna se hiciera presente. El viento soplaba de una manera tranquila, pero era tan frío que erizaba la piel descubierta de quien lo sintiera. El ser caído caminaba lentamente por un pasillo que hacía, que de ella solo se viera una silueta negra.- -Sus vestimentas eran las comunes. Un vestido negro abultado corto con bases y adornos en blanco. Sus cabellos blancos platinados se veían tan opacos por la falta de luz, pero aún así, la flor que adornaba estos, brillaba en un tono tenue.- -Su rostro era tan frío, que, con tan solo mirarle a los ojos cualquier persona podría clavarse en sentido de temerla. Sus labios estaban húmedos y formaban una linea recta. A cada que sus pasos se hacían más lentos, se alejaba más de estar aún en el pasillo. En su camino, muy enfrente cruzando la calle estaba un ser caído más, el cual se veía agobiado y por más raro que fuera para Phistis, estaba triste.- Uhmm... -Decide acercarse a quien fuera que sea para sacar sus dudas, aparte, era extraño ver a un caído entre los humanos estando de esa manera. Al estar cerca, sin decir palabra alguna se sienta a su lado y espera a que esta le mire.-