Se asomó al monitor para activar las cámaras de los sensores, así ubicar y aseverar que realmente eran a quién élla estaba esperando, de no ser así, tomaría acciones diferentes.



Para los nativos de Ramadu la nave quizá podría ser difícil ubicar a simple vista, pues, ésta mantenía un fuerte camuflaje digno de su estirpe, por supuesto la princesa alienígena no podía merecer algo menor a ésta tecnología.

Su nave contaba también con varios accesorios para poder moverse sin ser detectada, tal cómo la opción «mute» la cuál, básicamente, lograba silenciar cualquier sonido a la redonda, para poder desplazarse. Efecto que surtía para todos los animales que estuviesen dentro de la zona. Por lo que, caminar en ese sector claramente denotaría el peligro. La ausencia de sonidos naturales, propios del ambiente, del mismo Ramadu.

Apenas y la nave del escuadron de mandalorianos aterriza en un claro, la empresa comienza. Tener la reputacion de ser un paraje desolado debido a la alta taza de mortalidad del planeta hace que el capitan tenga confianza de mas, algo no muy propio de el, sera que confia aun mas en la habilidad de su gente tratando con lo inconcebible, con cualquier sorpresa.

- Separense, cada uno de ustedes ya ha cruzado caminos con un sable de luz, y las armaduras que llevan pueden soportar el calor de un corte, solo recuerden no acostumbrarse a su fulgor. - Las ultimas recomendaciones son lanzadas a medida que bajan por la compuerta en descenso, y cada uno de los cuatro componentes de ese equipo toma una direccion distinta; el Norte lo toma Shiva, el Sur lo toma Khabul, el Este es para Shiph mientras que el Oeste lo elige Jocko por vieja costumbre o supersticion.

El ambiente en Ramadu es humedo, muy sofocante y denso a la vista gracias a su flora de ramas y troncos de una muy rica madera.

Hacía más de una semana que no probaba alimento, el tiempo se hacía eterno esperando a los supuestos contrabandistas con los que se había quedado de ver para la entrega del producto: una pieza crucial para la reparación de su nave. Ada, yacía dormida aprovechando que los sensores de movilidad estaban activos, así, podría saber si llegaban o no, ya que después de una semana de esperar, parecía que no vendrían jamás. De pronto los sensores se activaron dejando ver en la pantalla de la nave con letras en rojo: alerta alerta. Dicha acción despertó a la albina saltando de un momento a otro asomándose— { Ssssss, ¡Finalmente!, ¡Al fin me iré de aquí! } —

"Bitacora del capitan, #1293. Hemos llegado a la jungla densa e infinita de Ramadu siguiendo el rastro energetico de un Jedi renegado de nombre Oh-Mbako. La mezcla de tecnologia Mandaloriana y los conocimientos compartidos por los acolitos de La Fuerza ha rendido frutos magnificos, especialmente a la hora de dar caceria a alguno de sus prodigios mas caoticos. Hace siglos nos matabamos los unos a los otros, mirenos ahora... casi podria llamar hermana a una de ellos de no ser porque ya nos hemos acostado. La busqueda de este Jedi durara un dia entero, vivo o muerto llevaremos su cuerpo de regreso a Coruscant para su procesamiento y el recibo de nuestra paga; sabemos como luce, sabemos como un Jedi se mueve, asi que no sera dificil ubicarlo apenas veamos la maleza revolverse... fin de la entrada."