[code]Sombra y muerte, lóbrego silencio, la paz de las tinieblas en el bosque de los Menos Grande se perdía al contacto con las garras y las fauces del cuarto espada, todo seguía su transcurso natural en dicho infierno de soledad y destrucción. Sin titubeos, sin premura, deleitándose entre los agónicos acordes de los hollows, en esas notas que clamaban compasión, y en las que, apenas Ulquiorra componía un réquiem de llantos y lamentos de aquellos que devoraba. De repente la noche se vio decapitada por las luminescencias de un hecho inédito que trajo consigo a un ser humano justo a las entrañas de Hueco Mundo. ¿Qué hacía una mujer en la mitad de la bruma del siniestro umbral donde todo lo que se movía era aniquilado?