Todavía no había entrado en escena del todo, iba unos pasos detrás de Tsunade, agarró su propio mentón haciendo una ligera sonrisa mientras iba caminando hacia la Hokage.

— Bueno no puedo culparlo, al contrario, tengo que reconocer que tiene buenos gustos, Raikage - sama. — Para entonces volteó a ver a Tsunade de reojo, ya estaba justo a su lado.

— Tsunade lo tiene todo, es hermosa, atractiva, inteligente, fuerte, responsable, diligente, amable, se preocupa por todos en la aldea, siempre ha sido el tipo de mujer que lo da todo por quienes le importan. Tiene todas las cualidades que una kunoichi debería tener. Y aunque ya hay varias generaciones de shinobis talentosos no ha habido ninguna kunoichi que supere a Tsunade en todo eso. Honestamente de no ser por sus malos hábitos de apostar y beber sería perfecta. Una kunoichi como ella... no, una mujer como Tsunade aparece una vez cada 100 años o incluso más. — Para finalizar miró nuevamente a Tsunade y después al Raikage. —