—¿Darle vida? Más bien fue el capricho del ser elegirme a mí. Generalmente buscan humanos, no seres sin vida.

—Depende como lo domines. Te dejas engullir y lo controlas, o también lo suprimes para que no sea capaz de alterar tu ser.... Y por dónde veo no hubo escrúpulos en dejarlo salir. ¿Cuántas vidas inocentes fueron tomadas para darle control a esa naturaleza ruin? Me compadezco.

— Sí no dominas lo que te posee, serás un animal simplemente. Requiere tiempo, pero se puede.

—Ciertamente, aunque parece que te has acoplado muy bien a los demonios.

— Una quimera querrás decir, pero existimos. Menos obvios que los "puros"

—Habré que darme la labor de escribir eso. Pues entonces, no estoy solo. Humanos demonizados por el fin de otro agente externo. Que curiosa situación.

— No soy un demonio del todo, tengo origen humano. Es por eso. De hecho, no hay definición para lo que soy.

—No he conocido demonio que disfrute de abatir con cuidado de no causar tanto dolor. Hay mucha misericordia viniendo de ti.

— Puedo hacer que duela más, desde ese punto de vista es cierto lo que digo ¿No crees?

—La dulce promesa de la mentira.