— Un poco — Se acomodó en su regazo y apoyo su suave y pálida mejilla en su pecho.

—¿Te desperté?— Tal vez debe aprender a ser más silencioso, pero ya que lo hizo, invade la banca de la rusa para sentarse con ella y abrazarla.

Sólo entrenó con ella y se quedó dormida. Al abrir sus ojos noto la curiosidad del moreno y la acomodó en su lugar.

Se pregunta si la espada es por algo en especifico. Se sienta a su lado en silencio, le gusta ver a la cosaca descansar tranquilamente en la alberca.