—No, todo era tan vacío y frívolo antes de ti. No sé si amé en mi vida mortal, está tan lejos, que apenas tengo recuerdos de lo que era sentir. Tú lograste que todo volviera a importar. —

Mete una mano en el bolsillo trasero del pantalón de la vampira, le da un toque de sensualidad al abrazo apretandole la nalga de esa manera. Vuelve a besarla, le place saborearle la boca con adicción.

—Llamarte mi esposa, es lo mejor que me ha pasado en la no-vida. —

— Sí son ridículos, igual algo salva otra película llamada entrevista con el vampiro. Novelas para ignorantes , aunque ahora los vampiros son así de patéticos; el primero que vi como un verdadero Vástago eres tú — Era fuerte y sabía de su casta, a pesar de que fuera de la Camarilla. Tomo su rostro entre sus manos enguantadas y le besó por igual.

— Creo que comienzo a entender lo que es el amor ¿ Tú lo habías sentido?

—Aún no me creo que los humanos nos vean así ¡Vampiros que brillan en el sol! —Se siente un poco ofendido, pero si fue muy divertido. Le toma de la cintura, y fuera de la lujuria que siempre parece estar desatando sobre su contraria, la abraza con una disposición enteramente romántica.

—Me estoy acostumbrando, no me desagrada tu motocicleta.— La otra mano le sostiene el mentón a la cosaca, le hace mirarlo, para darle un beso pausado.

—Me enamoré de ti. —

—Lo es, aunque te veo incómodo en la motocicleta ¿ No te gusta la velocidad ? Tengo un auto por si te sientes muy incómodo —Reía mientras peinaba sus cabellos algo revueltos por el viento. Le había gustado ver películas en el cine con él. En los tiempos de guerra todo eso estaba destruido y no existían tan interesantes como ahora.

—¿No fue divertido ir al cine? —No solo tenían propiedades lujosas, una pequeña casa en los suburbios les permiten jugar a la vida mortal, y hacer cosas que ambos dejaron de lado por muchos siglos. Aún no se acostumbra del todo a esa motocicleta de la vampira.