—Debo ser excesivamente afortunado, porque en estas noches de pasión, solo me llevaste al cielo ¿O ese fui yo contigo? — La sonrisa lasciva que se le escapa lo dice todo, pero en cuanto a no conocer infierno, su espalda marcada con las uñas de la cosaca no diría lo mismo de poder hablar.

—Todo en ti tiene la marca de la genuinidad.— La reclama en un beso más profundo, conectando su lengua con la de Rusalka. y hace lo que siempre con el piercing, en un deleite poquito sucio.

Beso sus labios entre risas hasta dejar los mismos — Sé cómo embrujar hombres, es mi encanto ¿Y sabes lo mejor? Que no debo ser falsa ~ Te puedo hacer en la locura y tocar el infierno y el cielo al mismo tiempo .— Nunca oculto su sombrío ser, ni menos su indomable carácter de líder.

—El harén se acabo, ahora solo tengo una concubina. — Como rey, el poderoso Ventrue no tiene reparo en halagar a quién lo merece, no sucede muy a menudo, pero la LaSombra le parece excepcional en todo sentido. La toma del cuello con una mano, adopta una presencia más dominante y celoso con la contraria, pero no la aprieta mucho. Sus falanges sirven para que la contraría volteé, lo suficiente para darle un beso a los labios.

– Quién diría que el poderoso Rey me anda halagado, tu concubinato me va a querer matar ¿Eh? — Le dio escalofríos el beso, sacando por fin una risa de la seria albina cosaca. Se dejó tapar, no era difícil por la diferencia de estatura y volúmenes de cuerpo.

—Que hermosa te ves. — Elegante y sensual fue lo que le pareció al calé entre pensamientos, que con cierto recelo de que otros vieran las voluptuosas que ahora le pertenecen por contrato, se sienta tras ella para tapar a la contraria con su cuerpo de ébano esculpido. La besa en el cuello, sabe que le causa cosquilleo con eso a la fémina.