No pudo evitar sorprenderse cuando presencia la exposición de los poderes ajenos y a causa de eso permite que los mismos sean utilizados para limpiarle. Cuando su guía toma asiento Tristan lo sigue hacia el sitio dónde descansa para, a una distancia prudente, tomar asiento en la postura de loto; sentándose con un pie puesto sobre el muslo opuesto.

-Vengo de una dimensión ajena a esta, nosotros le decíamos Sigma; Mi planeta no tenía un nombre sino un código y mi raza tampoco tenía nombre, éramos pacíficos, todo iba de maravilla hasta que esas malditad anomalias aparecieron; toda mi familia fue masacrada, mi planeta eliminado, todo lo que una vez conocí desapareció. Según dice el reporte mi cuerpo sufrió cambios ya que estuve expuesto por mucho tiempo a una extraña anomalia y por ende desarrollé la capacidad de controlar la materia.

-Se sentó en el borde de la plataforma de madera para limpiar sus pies con su hidrokinesis, hizo lo mismo con los pies ajenos y tras ello se levantó para caminar hacia el centro, donde allí se arrodilló y se sentó sobre sus propias piernas, al mismo tiempo que acomodó sus manos en sus muslos.- Bien, cuentame un poco de ti, de tu forma de pelear y tus habilidades.

Cuando llega a su destino no puede evitar quedarse estático durante unos segundos con el fin de dedicarse a observar rápidamente cada rincón que aquel lugar tiene para ofrecer, absorto en sus pensamientos no escucha inmediatamente la orden que su superior le da sino que la misma llega unos segundos más tarde. —Está bien. — Contesta aquello con voz débil para luego quitarse el calzado e ingresar por completo al dojo.

-No pasó demasiado para que ambos llegasen al dojo, el cual parecía un lugar bastante perdido en el tiempo a diferencia del resto de la base toda tecnológica. Aquel lugar era amplio, con el caracteristico japonés, lleno de armas, entre ellos bastones, espadas, lanzas, algunas armaduras y escudos. El serafin antes de ingresar, se quitó so calzado y lo dejó a un costado, tal y como le habían enseñado a la hora de ingresar a aquel lugar purificado.- Bueno... quítate tu calzado y vamos al centro.

Está bien. -Son las únicas palabras que Tristan pronuncia antes y después de emprender la caminata que lo lleva a seguir los pasos de su joven superior. Se asegura de mantener una distancia prudente entre él y su guía, siendo la misma unos muy notables dos o tres pasos entre ambos.

Ah... como casi todos aquí. -Realmente él y como la gran mayoría en Blind Justice, se unieron porque no tenían elección o por mero agradecimiento por ser salvados, Mikleo claramente no era la excepción así que ni se molestó en contar su historia. De momento le dio la espalda y emprendió una caminata hacia el dojo del cuartel.- Sigueme, quiero conocerte un poco más.

Fui rescatado luego de que mi planeta fuera destruído por una anomalia. No tenía a dónde ir así que decidí unirme a Blind Justice. -Cuando comienza a explicar no puede mantener las manos quietas y para no hacer ademanes o gestos se queda tocando constantemente su muslo con el dedo índice al ritmo de un tempo. Sus palabras son pronunciadas con lentitud y calma, junto a un tono de voz que no sube, ni baja, sencillamente plano y carente de expresión pese a la trágica razón que trata de explicar.

-No estaba tan convencido de ser guia de un novato, más con la corta diferencias de edades entre ambos, pero debía hacerlo por ordenes del Almirante. De momento vio con desdén al recluta, detallando cada facción y aspecto físico de este.- Llámame Mikleo. ¿Por qué te uniste a Blind Justice?

Claro como el agua. —Cuando el joven se da cuenta de la mueca que le dedica su superior no puede evitar sentir una fuerte repulsión hacia él, sin embargo, se encuentra obligado a cumplir con órdenes y a lucir obediente para poder llevar la fiesta en paz. Luego de hablar con voz inexpresiva y plana, el joven simplemente dedica una mirada sin sentimientos a su guía.

¿S-señor? -Se ofendió por aquel comentario, más por el hecho que odiaba todo lo relacionado a la milicia, pero no entró en detalle y expuso más al respecto, más que una mueca de desagrado.- Soy el Sargento Luzrov Rulay, nombre código Unicorn. Se me asignó ser tu guía y entrenador en el escuadrón. Lo único que diré es, si no te acoplas a mi entrenamiento, te vas. Así de simple. ¿Comprendiste, recluta?