« Back to Album · Next »
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
¿Dudas de que haya alguien en casa? ¿Por qué? —Su voz se notó tensa. Sin embargo, se limitó a recargarse en la cornisa de la ventana, siendo iluminado quizá de forma siniestra por la luz de las velas encendidas.— Me limitare a entregartelo, dando por hecho que serías capaz de hacerlo por mi. Solo tu puedes hacerlo.

—Se acercó de nueva cuenta, tomando la muñeca de ella que sostenía el candil, como si fuese a arrebatarselo. Sin embargo, con la mano libre, sacó del bolsillo de su pantalón un frasco azul, estético como el de un perfume.— Te tiene la confianza suficiente como para que le lleves el té que bebe cada tarde. Bastarán unas cuantas gotas, no tienen sabor ni aroma... —Se inclinó hacia el oído de ella.— Ese viejo enfermo es el único que se interpone entre nosotros... Quitandolo del medio, puedo llevarte conmigo con libertad.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment