¿No tienes otro recipiente, uno para mi sola? -Toma el cuerno por inercia y lo mira con un poco de desconfianza- Al diablo, sólo por ser esta noche. -Sin mayor dilación bebé de aquel cuerno la leche, tenía un fuerte sabor, pero para ella no era nada, después entregó el cuerno a su propietario sin percatarse que la parte superior de los labios aún tenía leche como si fuesen bigotes.-

De acuerdo, ¡bien! -Le pasa el cuerno donde contiene aquella bebida que sólo los Hombres Libres beben.- Cuando todo esto acabe, haré la más grande de las fiestas en tu honor, Sir Brienne. Lo mereces.

No hay tiempo para todo esto, quizá la primera...Leche agría está bien, no podemos excedernos.

Debemos celebrar que ahora eres Caballero. ¡OVEJAS Y LECHE AGRIA PARA TODOS! Y después... Podemos celebrar tú y yo juntos. A solas. -La ceja le brincotea, en pleno uso de picardía-

... -Alza una ceja y desvía su mirar con notada incomodidad.-