-Y así la vio partir, dejando el alma en un ronco suspiro de bestia enamorada.- ... [?]

Más te vale. -Sin mucho por decir le dedica una mirada con sus firmes y profundos ojos azules para después retirarse con un fuerte paso el cual sonaría debido a sus botas metálicas, el marchar de un caballero de los 7 reinos.-

No lo haré. -Responde rápido con una sonrisa briosa de por medio. Le emociona verla sujetar la espada, jamás había visto semejante fiereza.-

-Rufunfuña un poco y le da la espalda, mientras con la derecha toma su Oathkepeer.- Sólo no mueras, mata gigantes.

Bien. Destrozaré a cada uno de esos bastardos. Y si ambos lo logramos, juro que serás mi mujer. Y te haré feliz. Y jamás desprenderé las armas de tu lado, porque sé que has nacido para ello.


Y tendremos bebés gigantes. Lo decreto. [?]

Sólo tratemos de sobrevivir y matar a cada caminante blanco que podamos. ¿Vale?

Eres la mujer que esperé toda mi vida. Si muero mañana, entonces deseo dedicar esas últimas horas a estar cerca de ti, Brienne de Tarth.

Deberías preocuparte mas por los caminantes blancos que por mi, quizá perezcamos mañana.