Y dale con la puta edad. ¡Que no estoy tan viejo!

- ¿Ya se desahogaron? - La mujer llega mirándolos con hastio cruzada de brazos y el ceño fruncido.

— El abuelo es raro desde que lo conocimos eso no es novedad, solo que con la edad esta senil y cascarrabias. Es la dentadura necesita una postiza.

-Resopló tenuemente, guardándose la porra tras la irrupción de Horacio. Al menos se evitaría agujerear la pared una segunda vez-

Este está viviendo su segunda jodida adolescencia.

—Todos sabemos que el abuelo se comporta raro, pero es la edad, supongo...

— ¡Já! Inténtalo abuelo, tan anciano estas dudo que corras. — Estaba apunto de ponerse en guardia cuando escucho a Horacio. — Dile al viejo ya le dan sus achaques.

—¿Podrían ya detenerse?

Me falta la porra.

-Dirigió las manos a su espalda, sacando la nueva porra que le habían proporcionado por estar trabajando en el FBI-

Ah, no, mira... Si está aquí.

Te faltan cojones.

Te voy a reventar, eso voy a hacer, anormal.