[code]Los ojos de la joven guardián brillaron tras escuchar la afirmativa de parte de su opuesto y antes de que éste pudiera retractarse, encargó diversos tipos de chocolate al encargado del lugar, así como también una pequeña porción de galletas. Poco a poco, aquél llenó 3 canastas con la mayoría del producto que tenía en mostrador. Nakuru tomó dos y esperó con una dulce sonrisa marcada en su rostro a que el azabache pagara la cuenta final.
Estoy segura de que con estos nos alcanzarán... Apenas.