—Le gustaría por mucho que la ciudad no fuera tan ruidosa, el aroma en el aire a disel recién derramado era repugnante, como le gustaría que la primera impresión no fuera tan chocante para Caraxes que ahora en su forma humana podía estar con ella mas fácilmente que en su forma dragón por obvias razones, sin embargo no estaban para quejas tenían una misión en particular 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐫𝐨𝐩𝐚 𝐚𝐝𝐞𝐜𝐮𝐚𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞́𝐥 dado a que se entero de donde saco lo que lleva puesto y con ello atraía muchas miradas que agobiaban un poco.—
Por supuesto no esperaba una respuesta menos que la otorgada, francamente para ese momento debe tener en cuenta que debe ser directa; claro cuando sea apropiado. Ay Caraxes hablo de que las mujeres a veces son como depredadores y al ver y hombre que les llaman la atención pueden codiciarlo y es terrible.
Seguía sin soltar su mano, tampoco era como si tuviera pensado llegar a hacerlo ¡Faltaba menos! a ver si Caraxes terminara siendo embullido por la multitud aunque cree que encontrarlo seria fácil, pues... cabello rojo, alto y ... Si infinitamente seria fácil pero mas vale prevenir que lamentar. Escuchando su primera aportación a el color que le gustaría llevar sonrió, dándose cuenta por el continuo movimientos en su pupilas la curiosidad ante su entorno nuevo causando ternura.
Vamos entremos en aquella se ve interesante. Le guio nuevamente, entrando por fin en la primera tienda buscando el área masculina.
