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─ La dejan sola y ella se pone a inventar.─
 
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Desvió su mirada un poco mirándole de soslayo al momento que escucho aquel suspiro, sonrió elevando un poco su cadera al percibir aquel dedo índice cambiar su objetivo.

Kin.chi quédate quieto ¿si? Más que todo era porque aquel impulso de imponerse sobre su pareja seria mandado al caño, pues le gusta ser dominante al menos cuando se trata de él.

Lamio aquella marca para refrescar y disminuir el ardor que podía quedar tras la mordida, comenzando a dejar pequeños besos sobre su cuello hasta llegar a sus labios juntándolos por fin para de modo erótico buscar la lengua
-Suspiro un poco profundo cuando sintió su mordida sin embargo sonrió un poco aún jugando con esa calceta que la bajo hasta su rodilla pero cuando sintió los senos en su pecho hizo un movimiento más atrevido la cual fue que dejó esa calceta en paz y metió su dedo índice debajo de la braga para ir bajandola poco a poco-.
Sugoina~ Por lo que veo alguien comió muchos dulces hoy.

En realidad la verdadera pregunta era ¿cuando no lo hacia? Sonrió ante la travesura de su pareja al comenzar a quitarle una de sus calsetas, por supuesto aquel sonrojo permanecía pero no evitó que fuera bajando poco a poco su torso posando ambas manos a los costados de su pareja después de todo le dio el permiso para ponerlo a prueba ¿sabría en lo que se metió? Apegando sus senos al pecho de su pareja parecía como si le fuera a besar más su objetivo era morderle la clavícula con cuidado pero asegurándose de dejarle una marca.
-Rie sacando su lengua la cual estaba azul de tantas paletas que se había comido el día de hoy- jeje yo si soy muy muy dulce puedes ponerme a prueba para que veas -acaricio la pantorrilla de su pareja seguida de su muslo notando esa peculiar calceta blanca que la cubría así que comenzó a bajar está de modo de juego-
Cambio el ritmo de su respiración al percibir el tacto de su pareja recorrer su piel por un momento hasta que la mordió, jadeo sin poder evitarlo terminando por mover su cadera un poco para buscar cambiar los papeles y subir sobre el cuerpo de su pareja sentándose en su pelvis.

Tu debes saber que soy dulce pero también quiero ver si Kin.chi sigue siendo un caramelo.
-se acomodo a un lado recorriendo la piel de su pareja con sus dedos- es suave ¿Será dulce también? -se acerca y le da una mordidita en su cadera-
¿De verdad? Sus mejillas tomaron un tenue color al escuchar el halago de su pareja. Ni dio tiempo para que respondiera le hizo señas para que se acomodada a su lado.
Pero si te vez encantadora asi

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