Sin apartar la mirada de las acciones de su madre Cotton iba saliendo de su escondite, llegando hasta donde se encontraba abrazando una de la pierna libre de su madre para mirar mas del cerca el sufrimiento humano, ver como jadeaba por un poco de aire, ver como las venas de sus ojos comenzaban a sobre salir, verlo retorcerse para quietarse de encima el peso de su madre.

La tranquilidad o normalidad con la que observaba la situación, era aterradora, incluso aunque el hombre rogara por el perdón, solo obtenía indiferencia. Su abuelo decía debían de cuidar a tales criaturas tan débiles, incluso su padre también le dijo que había excepciones; pero en ese momento debido a que estuvieron a punto de hacerle daño no sentía lastima, si, Cotton en ese sentido se parecía mucho a su madre.