—Es un calvario… Fue peor el remedio que la enfermedad, le duele; su ADN tenía un descontrol por haber engerido aquellas pastillas ¿Por qué no podía ser otro tipo de efecto secundario? Sabia a lo que se enfrentaría pero… ¡Es desquisiado! Queriera parar de vomitar sea lo que sea que su cuerpo este rechazando.—
── No sorpresas .... Ay bebé es por eso que...─ Tocio un poco por sus palabras, entendido a que era lo que se refería.── Lo solucionaremos si.
Brindo pequeñas caricias a su espalda cuando volvió a vomitar de esa manera, ni le importo era su hija despues de todo pero aquella cola en su costado le quito un momento el aliento pero solo eso pues aunque doliera no lo sentía por el hecho de verla en ese estado era suficiente para echar a un lado el propio, lo que si podía sentir era como algo cálido comenzaba a bajar.
── Tu ADN no mutara... estoy aqui lo evitare con la
Lo que pensaba es que no quería una sorpresa antes de tiempo, quería cuidarse, y también estaba siendo egoísta desde su punto de vista quería hacer muchas cosas por lo que en sus planes no estaba aún el tener un habitante en su vientre ¿estaba mal? Acaso de verdad eso era tan malo; además estaba harta de que le escanearan el vientre ¡Era mucha presión! Ni su pareja hacia eso con ella.
Hmmm… no sorpresas ¡¡Bleh!! Vomito nuevamente sobre su madre clavando una de sus colas en el costado derecha de ella antes que sus cola se desactivara. Q-quiero.. que pare ya.
Sus alarmas sonaron aún más atrapándola en sus brazos, poco le importaba que la ensuciara con vomito o sea lo que sea que eso fuera; coloco su mano sobre la nuca de su hija como si la acunara escuchando sus palabras pero sobre todo viendo sus colas moverse, esta era una de las razones por la que ella nunca le dio medicinas y dado a que era la primera ves que miraba esas pastillas despejaba todas las dudas eran hechas para su hija pero debían faltar un poco más para ser perfeccionadas.
──Respira mi vida, todo pasara… solo resiste
un poco ¡Dios en que pensabas! Al mandar a hacer eso.
Activo la reliquia para desactivar las colas de su hija no quería correr el riesgo de que salieran ambas heridas.
Y que cree que está haciendo, siente que va a vomitar incluso su estómago si no pone el descuido en cuidado. Paro un segundo para poder respirar un poco intercalando un poco la mirada, la debilidad en su cuerpo se estaba presentando con leves movimientos erráticos ocasionando que se recostara un poco en su madre buscando su apoyo, buscando un poco de alivio aunque sea solo un poco. Siento que voy a mutar… Mi cuerpo quema arde… no puedo sola ¡¡No puedo!! Que pare ya Mamá.
Sus colas estaban a la vista tronando una a una cuando se desplomaban al suelo, no tenía el control de ellas, eso era realmente peligroso incluso para si misma.
¿Qué hubiera pasado si alguien más la hubiera conseguido en esa posición tan vulnerable? El hecho de pensarlo era inaudito para Viviana y mejor no invocar a nadie, se concentró en su pequeña dando un vistazo a las pastillas ¿Qué son? No habia vista algo igual pero… Armo un rompe cabezas en su mente, los pedidos de su hija y también a los de sus padre para terminar con la creación de ellas.
── ¡Bebé tienes que vomitar todo! ¡Ahora! ─Si estaba en lo cierto los efectos en su hija podían ser aún más graves de lo que se presentaban. ── Tu cuerpo no es compatible con medicamentos así pues la parte de mi sangre en ti los va distorsionar incluso usando el ácido de tu estómago.
Mami no puedo dejar de… Ni siquiera puedo terminar sus palabras tenía que expulsar el contenido de su estómago.
Su cabello fue atado por su madre aunque ya algunos mechones estaban machados, aruño el suelo con desespero, su sabor amargo le invadió por completo las pupilas gustativas estaba que prefería de por mucho quedarse dormida por semanas, o la mejor acción a tomar por su parte era no volver a tomar esas pastillas pues de verdad eran una tortura.
Allí. Señalo los blister de pastillas anticenceptivas.
Paro en seco su caminar, esa voz; miro en la dirección de dónde provenía la voz, para cuando la volvió a llamar adentrarse en el callejón encontrándose con la perturbadora situación de su bebé vomitando a mares, primero tenia que calmarse para pensar con la mente fría porque si entraba en pánico podría hacer una estupides.
── Mi princesa ¿pero que? … Aquí
esta mamá ya.
Se quito la liga que llevaba en el cabello para atrar el de su hija tratando de desifrar cual era la razón de aquello.
Como un animal herido se había aislado de todos de por si ¿a quién en su sano juicio le gusta que le vean así? A nadie, y tampoco era de las que pidiera ayuda si pensaba que lo podía soportar sola eso era lo que haría, pero era insoportable el ardor en sus entrañas debido al reflujo le era imposible dejar de vomitar… tuvo que admitir que tenía miedo; por lo que al escuchar la voz de su madre pasar cerca de aquel callejón alzo un poco la voz.
No podia evitar sentir un malestar en su pecho que le indicaba que algo no estaba bien, la pregunta era ¿el que? camidaba por la ciudad buscando a su hija esperando que estubiera bien.
