—Por favor no más chistes. Se supone la hora de la comida debe ser tranquila y en silencio. Sí sigues hablando hay ingesta de aire y eso afecta tu digestión. Ya se te ha enfriado tu comida, te doy el mío, más comer, platicar luego.— Una de sus orejas se flexionaba tenuemente denotando su estrés.
No solamente recibió una negativa por el pan, sino que también una llamada de atención de parte del general Mahamatra. Si bien su amigo tenía razón en lo que estaba diciendo, no lo iba a negar, pero parecía que no había registrado en absoluto su respectiva llamada de atención respecto a sus hábitos de hablar y contar chistes en la mesa. Incluso Collei miraba en silencio el intercambio entre ambos, comiendo su pan tranquilamente.
En cuanto Cyno terminó con su explicación sobre su comportamiento irresponsable hipotético, estaba listo para repelar al respecto, era como si el moreno olvidara que ambos eran personas dedicadas y responsables con su respectivo trabajo en su totalidad y que aquellos desmayos no ocurrían en el bosque sino en el desierto por los golpes de calor. Incluso su cola se removía impaciente y su ceño estaba fruncido claramente sin estar de acuerdo por la preocupación de su amigo.
