Había otros días donde tenía más tolerancia con sus chistes, ya que era algo habitual cuando compartían la hora de la comida cuando el trabajo respectivo de ambos se los permitía. Solo que justamente en ese momento estaba algo estresado por la ineptitud de algunos viajeros que fueron sin las precauciones pertinentes al bosque. Evidentemente tuvo mucha gente que atender por ese mal proceder y por no tener los cuidados necesarios.

Al ver que su amigo no comía la pieza de pan la retiró examinando si había algo malo. —¿Es muy duro? ¿No tiene buen sabor?— Aunque a juzgar por su expresión, parecía descolocado no por la comida. Y tomó como indicador la risa nerviosa de Collei. Tal vez fue muy brusco para frenar aquel chiste. Exhaló y relajó los hombros un poco. —Puedes explicar el chiste acabando de comer. Luego vas a quedar adolorido del estómago por hablar mientras comes.— Ofreció de nueva cuenta la comida sin ser tan rudo mientras sus orejas bajaban un poco al estar avergonzado.