*la joven chise por la tarde había salido a caminar un poco, las horas pasaron con ese pequeño paseo hasta que la noche cayo y esta se dirigió a casa, a lo lejos noto la presencia de alguien fuera de la puerta principal*
- ¿Uh?.
*ya estando cerca de la puerta se detuvo detrás del joven munakata, llevándose una mano al pecho y con una voz tranquila dijo*
Había pasado un tiempo desde la ultima vez que entablo algún contacto con la chica pelirroja, era extraño volver después de haber pasado año nuevo, pero estaba interesado en saber como ella se encontraba. Dejo su auto a unos metros de la puerta y finalmente decidió acercarse al pórtico y así finalmente dar unos cuantos golpes con el dorso de la mano, y espero a que pacientemente la chica abriera la puerta*
El rey azul también había terminado su té y al ver que chise se lo había también acabado tomo la tetera y deposito nuevamente más té en está.
-Me siento realmente alagado Chise-kun. Y lo comprendo.-
Dijo el rey azul terminando de servir té para ambos.
-Si lo pienso es como tomar una especie de equilibrio infernal...-
Lo dijo en voz alta aunque en realidad lo decía para si mismo. ¿Con qué motivo?, simplemente porque así le parecía y entendía la situación de la joven.
*dejo la taza de té en la mesa, ya habia terminado*
-Reisi-sama simplemente no podía quedarme así nadamas, usted sabe bien que siente este corazón y no puedo estar bien si no lo veo..es como una daga en mi pecho cuando no esta, los días son extraños, me acostumbre tanto a usted que ahora vive en mi corazón y fluye su sonrisa en mi mente.
*no podía mirarlo directamente ya que moría de vergüenza, a simplemente vista se notaba su rubor debido a ello*
El rey azul se le quedo mirando detenidamente escuchando sus palabras, no creía que la había afectado tanto, pero ahora lo comprendía y comprendía lo importante que llegaba a ser para ella, o más bien ya lo sabía desde hace mucho.
-Lo entiendo, perdona eso chise-kun, aunque sé que mi intensión no fue retirarme, sino, que fue por obligación, fue algo que estaba fuera de mi control. Pero lo entiendo, supongo que era tu único gran apoyo en aquellos momentos y por eso decidiste alejarte de ello.
Dijo y luego agrego.
-No volverá a pasar, aquí estamos seguros.
Sonrió de forma amable y tomo una galleta para comerla.
