« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
AemondTargaryen · 31-35
Ella hablaba con tanto gusto por el sitio que a medida que avanzaban sus palabras él pudo imaginar el paisaje. Parecía algo totalmente opuesto a su entorno, el cual estaba labrado en piedra y codicia.
¿Se podía permitir siquiera imaginar una vida diferente? Quien sabe. La visión de su espalda y la definición de su silueta femenina le hacían creer que sí, que había cosas mejores... Pero no se sentía merecedor de tanto.
— ¿Pasto? No soy una cabra. — Estuvo a punto de cuestionar qué otras cosas, cayendo en cuenta de la insinuación. Antes de ruborizarse desvío la mirada.
— No tengo tanta suerte. Jamás podría salir de aquí. —
¿Se podía permitir siquiera imaginar una vida diferente? Quien sabe. La visión de su espalda y la definición de su silueta femenina le hacían creer que sí, que había cosas mejores... Pero no se sentía merecedor de tanto.
— ¿Pasto? No soy una cabra. — Estuvo a punto de cuestionar qué otras cosas, cayendo en cuenta de la insinuación. Antes de ruborizarse desvío la mirada.
— No tengo tanta suerte. Jamás podría salir de aquí. —
Add a comment...