Dijo el borg, caminando a la par de la mujer, no le robaba ningún tipo de atención, pues a él Mía nada le debía, más encontraba en ella una especial necesidad de atormentarla al considerarla una orgánica de tal carácter. Desenfundó la pistola, haciéndola girar sobre su eje índice, nada más que para jugar con ella.
𝟔𝟔𝟔#𝑴𝑬𝑪 ➛ Y también tendrás un par de créditos por tu buen desempeño ¿No era tu deseo ser una merc? 𝐇𝐀𝐇𝐀𝐇𝐀.
Es cierto, no tenemos obligaciones con ella... —La mirada de la japonesa fue de Neon a Mía, con las sonrisa curvándose cada vez más, de manera más torcida y tétrica. Matar a Mía sería muy fácil, pero ya le había agarrado cariño, como el cariño que se le tiene a un juguete viejo y gastado. — Pero podemos hablar... No pasa nada si no quieres que te usen, pero podemos negociar. Verás, he estado muy ocupada para cazar y localizar personas, pero tú eres muy social, ¿no es así? Te propongo un intercambio, tu vida por hacerme favores.
Suspiró profundamente porque realmente no sabía en dónde se había metido nuevamente tan sólo por una especie de broma mal gusto. Era verdad que ya no tenía nadie que la fuera a proteger nuevamente pero era muy injusta su situación.
Sintió aquel empuje no teniendo de otra que dejarse porque se había acercado Neon también. —No tenemos nada que charlar ¿o si? En estos momentos preferiría que me usen, a tener que depender de terceros o morir.— No me arrepiento de lo que hice.
Apagó el cigarrillo contra su hombro, mientras caminó hacía la escena en cuestión. 𝟔𝟔𝟔#𝑴𝑬𝑪 ➛Ya no tengo más tratos con ella ¿No es así, ramera? Abandonaste el lugar que te correspondía, debiste lamerle las suelas a K antes de arrastrarte a otro sitio.
Ibas a ver un hamster... pero tranquila, quédate a charlar con Neon y conmigo un rato más. —Avanzó contra de ella, empujándola con su cuerpo, sin dejarla irse. Liz la veía desde arriba, con la mirada fija de un depredador a punto de comerse a una presa—
. . . Mierda no. Yo… yo iba… a… —trató de pensar lo más rápido posible pero comenzaba a agitarse.— A comprarle una jaula a Freddie Mercury Jr. —había olvidado el nombre del hámster.—
