— Dude. No, pero espera. Dude, déjame terminar con mi ejemplo — uno de los contactos de Crow abrió la puerta de la pequeña, vieja, destartalada, y exageradamente iluminada estación de auto servicio construida unos 30 años atrás.
El sujeto: Delgado, piel morena, pelo liso hasta el cuello, barba mal cuidada, gafas oscuras de marco RGB con forma de piñas, y ropa americana rasgada, empujó la puerta con un Hombro al sujetar una bolsa de papel llena de dulces y chuches baratos. Detrás de él apareció Crow, quien se acomodó la gabardina sobre los hombros antes de colocarse el sombrero fedora.
