[code]Con una leve presión abre el huevo plástico y tras desviar la mirada observa el contenido. Siquiera intenta en comprender la relación del objeto con Crow, se limita a sonreír y responder.
—Lo eres, pero no me aburren tus historias, me gustan. — Entonces devuelve el objeto al bolsillo y le da un pequeño empujón bromeando.
— ¿Lo crees aun sabiendo los horrores que cometería en nombre de la paz?[/code]
—Ya no es un secreto para nadie que conquistar la ciudad era un peldaño más para completar mi venganza. Las familias mafiosas se han apaciguado, por su puesto que siguen haciendo sus tonterías y que de vez en cuando hay que controlarlos, pero los días de sangre en las calles han terminado. ¿me estoy volviendo viejo?, me asusta la idea de ser esa clase de persona que extraña los tiempos violentos.
Del bolsillo ella sacó un pequeño huevo plástico que se puede separar por la mitad. Dentro hay una figura de un simio montando un skate con su respectivo casco, rodilleras y codos. Si sacó más de un objeto, entonces también se toparía con masticables frutales muy suaves y con relleno cremoso; eran muy populares en New Haven.
Crow giró el rostro al escuchar el comentario sobre el espacio.
— ¿No te aburre escuchar mis cuentos? Podrías cubrir la ciudad entera con un pulgar, estoy seguro que si estuvieses a cargo el mundo sería muy diferente
[code]Dirige los ojos celestes hacia el frente y observa paciente antes de sentenciar. 一 Cambió mucho desde entonces.
Aprisionada por el cálido abrigo, procede a buscar en los bolsillos del mismo. Crow era el tipo de persona que guarda objetos sin sentido en sus bolsillos, desde un corcho, hasta una cajita vacía de dulces. Emocionante y sorprenderte, era mejor que una máquina expendedora de juguetes sorpresa.
一No. 一 Mintió y trató de traerle calma colando una verdad. 一 En el espacio hace más frío, solo intento acostumbrarme a las inclemencias de tu planeta. 一 Aseguró sonriente, aferrándose aún más a su abrazo hasta que tocó algo en el fondo del bolsillo. ¿Dulces? ¿Piedras? ¿Qué era? [/code]
El perfume elegante y dulce, el tacto delicado, la voz suave. Sentirla tan cerca siempre era un regalo, una bendición, un privilegio. "Esta es la razón por la que sigo con esto" pensó, cerrando los ojos un par segundos sin dejar de sonreír.
Con un movimiento rápido y preciso, alzó su gabardina por un costado y cubrió los hombros ajenos a fin de protegerla del frío. Ella era fuerte, mucho más fuerte que cualquier otra persona que haya conocido; no existía páramo desolado o clima violento capaz de mermar su voluntad, pero aún así estaba decidido a protegerla.
- New Haven - dijo, abriendo los ojos y alzando su taza de té caliente para beber un poco. Frente a él, al otro lado del canal, la isla central se alzaba en magnificencia como un prisma multicolor que rechazaba la oscuridad de un océano calmado, pero imponente- . Te veo en ella. A ti y a mi sueño. En sus colores vibrantes y sus perfiles oscuros.
[code]Sigilosa se acerca por la espalda, desliza sus manos en los hombros ajenos y acerca su mejilla helada a la contraria. Entonces susurra animada. 一 ¿A quién miras y por qué no me estás mirando a mí?[/code]
