- Solo atinó a reír suavemente mientras negaba con la cabeza y apoyaba ambos codos sobre la mesa. Le gustaba el sonido del cuero cada vez que estiraba los pliegues de sus guantes-. Pues, somos de mundos muy diferentes. Si quieres un día podemos trabajar juntos, estoy seguro que esta experiencia - apunta hacia los lados con el índice derecho-, tiene más de una cosa para sorprenderte.


En el entorno, si se prestaba atención, habían piezas de armas y equipo avanzado. Reliquias perdidas, figurillas de arte contemporáneo consideradas robadas, incluso "algo" que Lily metió dentro de su peluche de elmo y que de vez en cuando palpitaba; ni Crow se acercaba a esa cosa.

Pues, primero tienes que caerle bien- Se encogió de hombros. Luego de tantos años y tantas situaciones extrañas, Crow no podía descartar la loca posibilidad de que Cecile tuviese alguna forma de conciencia-.


E incluso así, es muy poco probable que puedas montarla. En la ciudad hay más historias de ella que de mi. Dicen que atrae la mala suerte sobre quien se acerca sin permiso del dueño, aunque yo creo que saben que es es por mi mala voluntad de que siquiera la miren.

¿Por Cecile? - giró el rostro hacia la derecha y miró su moto. Su fiel compañera descansaba en silencio a unos cuantos metros de ellos, y sobre el asiento habían dos peluches sentados; uno con la mirada indiferente y el otro con una sonrisa coqueta-

— Nah, tiene que haber otra cosa que quieras. Un material que solo se pueda conseguir en un lugar o momento especifico. Quizá cobrar una deuda a alguien que se escondió de ti. Tienes que haber algo.

Tengo té de bolsita, si es que no te gustó — correspondió la sonrisa dudosa con un honesta. Con los años, Crow aprendió a separar su faceta "de trabajo" a la de anfitrión. Su comentario era honesto, aunque no podía negar que le gustaba cuando la gente se confundía al comparar su versión "mala" y la hogareña.

— Entonces. Me vendes el vestido o qué? (?)

— La infusión tarda unos 5 minutos en alcanzar su pick de sabor. Yo lo remuevo antes porque soy una persona bastante básica para tomar té -Sonrió, sabía que su comentario se contradecía con lo que acababa de hacer. Su conocimiento en infusiones y otras plantas lo recibió durante su entrenamiento con la hermandad. Ya sea para impresionar visitas, generar efectos específicos en la personalidad, o como un inofensivo hobby para mantener la cordura, era muy raro que Crow disfrutara del té que él mismo preparada; nadie era capaz de explicar ese aspecto de su personalidad.


— Listo — alzó la taza y se la acercó a ella. Sonrió amable en todo momento, asintiendo ligeramente a fin de enfatizar su rol como maid/buttler.

No le voy a poner veneno si eso te preocupa - caminó hacia la cocina y comenzó a organizar todo. Usar el vestido de Maid le dio un valor añadido a cada movimiento.

Siendo fiel a una faceta detallista que muy pocos conocen, se dio el tiempo de sacar, mover, y acomodar cada elemento necesario para preparar las dos tazas de té. Primero alineó seis pequeños frascos de cristal con hojas y cascaras frutales secas. Luego acercó el infusor metálico con forma de esfera y comenzó a preparar la mezcla en su interior: 2 cucharaditas de rosas secas, 2 de hojas de frambuesa, 1 de ortiga 1 de avena, 1 pizca de canela, un poco de hinojo, y un toquesito de menta.

Cerró el infusor, lo alzó con la derecha y lo sacudió con movimientos circulares. A su juicio, y aunque no había pruebas, la forma en que se mezclaba la infusión también influía en el sabor final. Luego de eso llenó las tazas con agua caliente, sumergió la esfera y esperó.