Hmmm, está bien. Es un trato. —Vuelve a sonreír, mucho más cuando ve el dibujo del perro. —
¡Oooooh! ¿Tú también lo hiciste, Tatsuo? ¡Es realmente lindo! ¡かわいい！

Te ayudaré con eso si a cambio me ayudas con mis notas. —La ve tan triste que, pasa la hoja de su libreta para mostrarle otro dibujo.— Sonríe. Odio verte triste.

No sabría hacer eso… Soy… muy mala expresando mis emociones, de la forma que sea. —Entrecierra los ojos y entristece. La japonesa aún lidia con esa aflicción que tanto la ha perseguido por los años.— Es una habilidad admirable, ne.

Es que no tienes que hacer una obra de arte. Un dibujo es una expresión; Así como la poesía. —Vuelve a mirar el dibujo y se ríe de su propio arte.— Solo me dejo llevar y todo fluye.

Pero hay cosas que no se me dan por más que intente… Dibujar, por ejemplo. ¿Cómo la haces? — Ladea el rostro, mirándose confundida y curiosa.—

Lo que hagas va a salir bien. Confía en ti. —Coloca su mano en el mentón de ella para levantar ese rostro.—

He, he… Me temo que yo no dibujo bien, Tatsuo kun. —Se rasca una mejilla, sonriendo avergonzada. —