— Es de esperarse..una mente carente de cultura u buen gusto no se va a dar cuenta ni de lo que tiene en frente.
Diagnostica al hombre con idiotez terminal y niega repetidas veces con la cabeza, continuando con ese semblante burlon que parece verlo siempre desde arriba.
— ¿niña? — Sus ojos se abren de golpe y sus zapatos tocan el piso, finalmente estando en tierra. Mantiene los brazos cruzados observando al azabache, lista para darle la oportunidad de evitar su juicio final — Aparte de inculto, idiota y vulgar eres ciego...¿que edad crees que tengo? —
Le gruñe, entrecerrando uno de sus ojos — ugh..y agreguemos a eso pervertido. —
— The fuck? Pero sí tu traje es todo menos discreto— él no se inmutó en lo más mínimo, solo le observó, con una ceja más arriba que la otra en un gesto escéptico,—¿Eh? ¡Hey! No soy ninguna clase de pervertido como para andarle mirando las bragas por gusto a una niña como tú— irónicamente él era mucho más joven, pero no lo parecía ni lo sabía.
—Por eso te dije que no estuvieras flotando tan alto— se rascó la cabeza con la mano libre, frustrado por esa discusión tan vergonzosa que logró ruborizarlo un poco—¡Ah! a veces eres más odiosa que Zenko—
— ¿tienes alguna discapacidad auditiva? No me hagas repetirme dos veces..es molesto — Entrecerré los ojos observando al azabache, exasperada ante la actitud orgullosa a la cual se aferra el hombre del bate.
La mención de su preciado recuerdo le provoca una mueca exasperada aun peor que las anteriores. Se detuvo en seco, aun en el aire pero bajando la parte superior de su cuerpo permitiendo tener una clara vista del rostro masculino — Si..todos necesitamos ayuda, por eso aprende a cerrar la boca o tendré que..—
Sus parpados se abren, soltando un quejido indignado ante la observación de su hilo negro, ese que cubre lo necesario — ¡Este traje hace imposible que alguien pueda verlas! Tendrias que ser un observador y un tremendo pervertido para alcanzar a ver siquiera una sombra —
—¿Superior a los demás?—le dio un tick en el ojo, porque sabía que esas palabras lo incluyeron a él, pero en algo tenía razón, era parte de las responsabilidades de un héroe luchar por aquellos que no podían hacerlo—Escuché que hasta tú fuiste salvada alguna vez por otro héroe, todos necesitamos ayuda en algún momento—la historia de Tatsumaki y Blast era una leyenda al interior de la asociación, solo que no muchos tenían un desapego por la autopreservación como para hablar de eso en frente de ella.
—Como quieras, pero le vas mostrando las bragas a todos—aunque en ese momento "todos" era solo él.
—Lucho porque soy superior a los demás, es parte de mi responsabilidad — Sus palabras salen con naturalidad, acostumbrada a expresar una verdad absoluta e imposible de negar : Es superior, mas poderosa que cualquier otro asi que sus acciones son justificadas, aun cuando pueden llegar a ser vista como.."desagradables"
— ¿ahora los gusanos les piden a las aves caminar a su lado? — Se negó a satisfacer la petición del hombre elevándose unos metros en el aire, continuando a la cabeza de esa caminata.
—¿Tú luchas para demostrar tu superioridad?—cuestionó, imaginando la retorcida razón que hizo sonreír al bichito volador —Los héroes deben ser valientes, no le temo a la muerte, y mientras tengo algo que proteger, no moriré, no importa sí lo que está frente a mí es tan grande como una montaña—mejor desvió la mirada, cuando se ponía tan arriba solo provocaba que todos le vieran las piernas, y no iba a caer en el fisgoneo vulgar solo porque su compañera no parecía tener pudor.
—Deberías considerar caminar algunas veces, o vestir de otra manera—
— Vivir del espíritu sin aceptar la realidad provocará tu muerte temprana. No me sorprenderse verte aplastado al creer poder derrotar a alguien superior a ti — El mero pensamiento de ver aplastado al azabache trae una sonrisa al rostro femenino que solo observa al hombre un par de segundos antes de decidir que no vale la pena. El halago sólo hace que uno de sus párpados se abre brevemente, luego dándole la espalda al ir flotando más arriba.
—Soy demasiado amable para prestarle atención a tu fanfarronería. El ranking es solo un número, a la hora de la verdad es el espíritu lo que demuestra la fuerza, y todo tu increíble poder Esper jamás podría aplastar el mío—enarcó la ceja, meneando el bate en su mano con un movimiento de muñeca circular, hasta que finalmente, en un movimiento elegante, lo puso sobre su hombro —Y como dije, un bonito rostro en una persona tan insoportable—
— No voy a desperdiciar mi tiempo compartiendo el mismo espacio ocupado por gente ineficiente y bruta como..algunos, por eso reino justo donde merezco estar: sobre todos, sobre ti. Y no vuelvas a insinuar algo estúpido a menos que quieras despedirte de ver la luz del mañana.
