-¡Smoker san! - Había levantado la mano para quitar del rostro ajeno una hoja de otoño que se había atorado entre los vellos de su mejilla. Se sorprendió de sentir la mano de su superior sosteniendo su brazo para alejarla. La hoja igual cayó y al voltear, notó que sus subordinados miraban. Si, tenía que ser discreta en como interactuaba con él frente a otros. Ni ella misma sabía cómo interactuar con él en privado. Suspiró y con sana vergüenza se retiró a arreglar su camarote antes de llegar a la siguiente isla donde tomarían un par de días libres.
En el momento en que ella respondió a sus besos fue el momento en que aceptó todo lo que viniera de él. Se detuvo a la par contraria sin dejar de mirarlo o abrazarlo, recuperando el aliento, escuchando.
—Smoka san...-
Soltó un pequeño gemido ante las enormes manos ajenas poseyendo su retaguardia. Tragó saliva y suspiró antes de continuar. Y a pesar de estar sonrojada, algo en ella cambió, aunque fuera un poco.
—No me subestime, Smoka san... no soy una mujer débil... -
Le dejó saber que él tenía completa libertad, que ella estaba dando su consentimiento para ser poseída por él sin restricción porque era lo que ella quería. Deseaba con profunda culpa ser su mujer. Sentía sus pechos contra los pectorales y se estremecía. Sentía el fuerte palpitar de su entrepierna húmeda y su corazón golpeando fuerte su pecho.
Su diestra capturo su cintura delicada y contorneada sus dedos la apretaron con suavidad llevandola más contra el, sus labios eran tan dulces, suaves y adictivos no dejaría que nadie más los tuviera que el, tras unos segundos se rompio el beso y ambos se miraron agitados.
— ¿Deseas saber lo que realmente siento por ti Tashigi? ¿Estas segura de poder resistirlo? Porque una vez que comience no me voy a detener hasta asegurarme completamente mía.
Susurro apretando los dientes conteniendose lo más que podía, tenerla de esa forma sentir su aroma, su calor y sabor solo hacian que la excitación del hombre se disparara.
— Eres tan suave y delicada que no quisiera hacerte daño
Nuevamente luchaba contra si mismo mientras sus manos finalmente bajaron por completo capturando su perfecto trasero lo apreteo con fuerza y la pego por completo a el.
Él era así. Ese semblante de enojo que nunca cambiaba aunque nadie lo viera. Pensaba que Smoker había vivido una vida muy dura y por eso colocaba todas esas barreras para acercarse a él, sin embargo, ella había hecho la lucha para abrirse paso por ellas hasta llegar a ser su confidente, su real segunda mano. Pero se salió de control, ella se había enganchado sentimentalmente y sabía que no estaba bien.
—Smoka san...
El humo que le abofeteaba la cara le hizo acelerarle el corazón. Estaba más que acostumbrada a su olor, incluso le gustaba. Se sentía segura con ese olor a su alrededor, así que no, eso no le molestó.
—Yo...-
No pudo terminar de responder cuando ya tenía los labios masculinos sobre los propios. Se había sonrojado al tocar la piel de su pecho y tentar los músculos prominentes del mismo. Cerró los ojos y dio un paso hacia adelante para besarlo, tímidamente, pero besarlo al final de cuentas. Se le paró el corazón, sentía que el mundo se aligeraba y el estomago l
No sabia desde cuanto Tashigi había aprendido a ser más directa lo sorprendio un poco pero también fue una agradable sorpresa verla de esa forma tomando un poco el control y protagonismo, sin embargo estaba equivocada, exhalo de forma pesada el humo de sus puros, dio un paso hacia ella acortando la distancia, estiro su diestra para sujetar su mentón y examinarla con cuidado antes de hablar.
—Hina y yo no tenemos mada —
Expulso el humo esta vez directamente sobre el rostro de la mujer como si de una especie de azote a modo de castigo se tratase.
—¿Realmente quieres saber lo que siento y deseo Tashigi? ¿Crees capaz de soportar todo lo que puedo ocultar dentro de mi?
Su mano paso a sujetar la muñeca contraria, y coloco la palma de la delicada mano de su capitana sobre su pecho desnudo dejando que sintiera su calor y sus latidos, luego de forma rápida la pego a el y capturo sus labios, aquellos dulces labios con los que habia soñado tanto al fin se harían suyos.
Cuando el humo se disipó y pudo verlo, estaba en una posición mucho más relajada. Lo escuchaba con atencion claro pero igual lo miraba con cierta vergüenza.
—Primero que nada Smoker San, quiero agradecerle que venga a hablar conmigo. Pero eso que dice me confunde y quiero aclarar todo. Sé que hemos pasado tiempo juntos porque así el trabajo lo amerita yen todo ese tiempo yo he tomado mucho cariño por usted... Quizá uno que no debe pasar. Siempre pensé que usted y Hina san tenían una relación secreta y yo estaba feliz por eso pero últimamente todo ha cambiado entre nosotros... Yo siento muchas cosas por usted y lo que pasó... Dígame por favor ¿que siente por mi? -
Estaba muy asustada por la respuesta, realmente asustada, no quería escuchar que era una hija porque le rompería el corazón pero también sabía que sí él decía lo que ella quería escuchar sería un problema porque tenfrian que esconderse.
Pudo sentir como el barco cambiaba de rumbo al que él había marcado confirmando que ya todos estaba acatando sus ordenes, las aguas por las que cruzarian eran algo complicadas así que eso mantendria ocupada a toda la tripulación y ellos tendrían suficiente tiempo para conversar a gusto, al disiparse el humo la recorrio con la mirada, Tashigi era una mujer muy fuerte tal vez mucho más de lo que ella pensará y ese poder solo se equiparaba con su belleza.
—No, ya todos tienen sus tareas asignadas, puedes descansar ahora.
Se detuvo dando un paso hacia ella tenia algo que decir pero no estaba seguro de lo que era y de la forma en la que iba a hacerlo.
—Tenemos que hablar en como serán las cosas ahora entre nosotros y en como podría afectar eso a la tripulación, no quiero que nadie dude de los logros que puedas alcanzar en la Marina por mi culpa.
Exalo una gran nube de humo que golpeo suavemente el rostro femenino y se disipo con rápidez, acorto la distancia entre ambos.
Ella no estaba pensando en nada en particular. Realmente solo quería que ese viaje terminara. Ahi, en su pequeña habitación, ella había decidido relajarse y para eso se quitó la ropa sucia y se puso cómoda con un vestido holgado, perfecto para el calor.
Justo en ropa interior y a nada de terminar de vestirse, su superior entró sin aviso y la hizo dar un salto de la sorpresa. Después la habitación se llenó de humo denso y ella terminó de vestirse.
—Ya estoy a vestida Smoker san… ¿Tiene tareas para mi?-
Mencionó mientras esperaba que el humo se dispersara y así poder verlo nuevamente. Trataba de no ser insistente con lo que sentía o con esas interacciones tan cercanas que habían tenido recientemente. Ella misma pensaba que Smoker y Hina tenían una relación más merecedora y se sentía feliz por ellos pero, parecía que él no estaba totalmente en ello.
Habían tenido un viaje largo, la tripulación estaba cansada como el pero debia de mantener los animos estables ya que no sabia cuando alguna tripulación pirata podría aparecer en aquellas aguas, estaba calculando la ruta más eficiente si notar que lo que sucedia alrededor hasta que el tacto de una mano ajena lo desperto, sujeto la muñeca de Tashigi y giro la mirada a la tripulación que estaba en completo silencio.
- ¿Qué demonios esperan? ¡Ya marque la ruta! Ponganse en marcha.
Sentencio omitiendo por completo lo sucedido mientras su capitana se marchaba, espero unos minutos en ir tras ella, lo que sucedia entre ambos no era claro para el y hasta no tener claro lo que sentia preferia no hacerlo publico, llego al camarote de la mujer y entro sin aviso, muy tarde pensó que debio haber tocado antes cuando la vio terminando de cambiarse, exhalo un humo pesado que la cubrio por completo ocultandola de su vista para que ella terminara.
