*Disfrutó del beso por unos minutos, suaves y pausados para que pudieran disfrutar, al separar sus labios de los suyos, dibujo una suave sonrisa al lado izquierdo de su rostro* Eres odiosa... pero quiero que seas mí odiosa... *La apegó más a él, dispuesto a no dejarla ir*
Le rodeó el cuello y se sostuvo de él siendo elevada, muy junto de él sin dejar de besarle suavemente. Cerró sus ojos y se hundió en él con sumo placer.
– Supongo que lo mismo va para mí... no puedo olvidarme de ti, Tashi... – *Rodeo su cintura para elevarla un poco del suelo y así poder corresponder su beso, ya que el peliverde era un tanto más alto que ella*
—Aunque si quisiera olvidarme de ti... Simplemente es imposible... - añadió mirándolo al ojo bueno mientras más cerca estaban. Se paró de puntas, lo rodeó del cuello y le plantó un suave beso en los labios.
– Tal vez lo mismo debo decir de ti... ¿Porqué no te olvidas de mí? Y sí, me gusta como eres... me gusta todo de ti. – *Correspondió el abrazo, acercando su rostro al suyo para mirarla fijamente a los ojos, casi rosando sus labios con los suyos*
Lo abrazó igual, suavemente, acostumbrandose a esa nueva cercanía y le sonrió ya más controlada. —Y jamás dejaré de serlo. Quizá por eso no te vas... Te gusta como soy...
– Esperaba una de tus manos marcadas en unas de mis mejillas... pero esta es la mejor reacción que podría haber pedido! – *la abraza con cariño* – Pero sigues siendo odiosa – *Le saca la lengua burlonamente.*
