TakatoraKureshima

Cuando menciono a su colega, Ryoma, la coreana arrugó la nariz en desagrado. Le parecía un tipo por demás raro, no se presta a confiar en él, diferente a lo que percibe de Takatora. Tenía la mirada relajada pero se forzó de abrir más los ojos cuando él la miro más fijamente, sobre todo cuando sonrió cosa que pasaba muy poco frecuente. Eso le hizo inclinarse casi hasta quedar frente a su rostro tomando detalles de los pliegues de su sonrisa. Apunto de salir con uno de sus típicos comentarios desalentadores, apretó la boca mientras asentía. —Exactamente, uhm.. que bueno que descanses y si es con buena comida todavía mejor. — volvió a asentir con una pequeña sonrisa en los labios, se acomodo de nuevo pero esta vez dejo apoyada la cabeza en el hombro del contrario quedándose muy pegada a él sin resultar encimosa.

Llegar a esta era y conocer a Takatora había presentado un cambio enorme, tanto por la forma de su trato porque parecían siempre distantes y taciturnos como todo su alrededor que es mil veces diferente a de dónde venía. Ella respondía sus preguntas, no tenía más que hacer y en parte lo usaba como forma de agradecimiento de cuando su "nave" colapso en el patio de la empresa. —¿Irás al trabajo después ?— pregunta curiosa por el atuendo que le conoce utiliza para ello; luego de salir de la casa y entrar en el coche se acomoda con el cuello apoyado en el respaldo del asiento pero con la mirada hacia su acompañante. Pese a la hospitalidad del antihéroe ella tenía su propio dinero que, milagrosa logro canjear por billetes de la época. No tenía tanto como él pero si como para darse sus lujos respecto a la comida de este tiempo.

Desvió la mirada un poco hasta que esté hablo de nuevo, ciertamente su presencia en su vida se había vuelto bastante amena, sorprendentemente agradable e incluso cuando no estaba a su alrededor se sentía extraña.
—Esta bien, ya estoy lista. — su forma de vestir era la típica edgy que se ven en las apps de búsqueda de outfits. Crop top de manga larga con pantalones negros abombados en el talón. Y esta ves vestía unas linda plataformas rojas con decorado en dorado. Y una cangurera donde guarda su dinero y el celular que le dió Takatora.

—SUSHI! — Responde con sorpresiva emoción en sus irises negros, se recomendé terminando por asentir y acomodar un mechón de su cabello tras su oreja.
—cofm...sushi, estaría bien —

Thanks, shall we hand out?

Long time no see.

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Gracias por aceptar mi invitación.

Bien, entonces... -ella se engancha de su brazo sonriendole- vayamos pues caballero