En efecto, buenos informantes. -Sonrió al tomar la copa para agitarla en suaves movimientos circulares contrarios a las agujas del reloj, acercó la copa a sus labios cerrando los ojos para inhalar el aroma del vino y después beber un sorbo.- Cuando chicos lindos como usted están por su cuenta, el grado de peligro incrementa, cuando trabajan bajo el nombre de alguien más, es como si trabajaran bajo su cuidado y es ahí donde entra mi propuesta. -Dejó la copa nuevamente sobre la mesa y volvió a sonreír dedicándole una mirada.- Trabaje para mi. Mis contratistas son grandes empresarios que adoran la palabra discreción en el contrato. Se rigen bajo mis reglas, respeto hacia mis chicos, buen trato, no pueden obligarlos a nada que ellos no acepten. Los toman a veces como acompañantes y otras tantas como servidores. Buen pago, naturalmente un porcentaje viene hacia mi y el otro hacia ellos. Por otra parte, si mis chicos consiguen clientes por su cuenta, lo que reciben es totalmente de ellos.