— ¡Jajaja!, Está bien está bien, por hoy cerraré mis ojos y dormiré, pero después de ésto— Saco de su bolsillo una pequeña bolsa de cuero con unos amarres — ¡Tabaco masticable!— Justamente la bolsa que le robó.
-Solto un bufido, viendola reir. Tomo una piedrita y se la lanzo, probablemente rebotando inutilmente contra una pierna de la joven,- Lo que tu digas. Deberias dormirte y dejar descansar al mundo un rato (?)
Se quedó en silencio, un par de segundos antes de carcajear — ¡Jajaja! Cassio, lo que más risa me da es que así lo digas en ese tono es más divertido para mí— Se dejó caer sobre el césped para abrazarse el abdomen y seguir carcajeando.
-La inexpresividad de su rostro lo dijo todo (?) Comenzo a hablar, un sarcasmo seco en su voz,- Claro. La fabula de la Princesa Cassio. Dicen que enloquecio y ahora viaja el mundo matando pelirojas incordiosas. (?)
— Sí vamos a ir por esa misión, no voy a permitir que luzcas como un vago a mi lado, hasta para la camareria hay que lucir bien— Piensa que cuando se duerma ponerle adornos.
