Concluyó el encuentro con un beso, los labios del kitsune tocaron los ajenos con esa acción cargada de afecto, ambas manos rodearon el frágil cuerpo de la castaña para brindarle ese acercamiento total que uniria ambos corazones palpitantes en un solo sentimiento.

N-No, lo siento Tomoe es que... yo... Simplemente no puedo creerlo.

-La chica comenzó a derramar lagrimas de los ojos, aún a pesar de ello estaba sonriendo y ligeramente sonrojada, todo a la vez, lloraba de felicidad, se abrazó con fuerza al joven y cerró sus párpados con la misma fuerza.-

Tomoe, soy la mujer más feliz de todas. . . Este es el día más feliz de mi vida, Te amo. . .

-Se separó apenas centímetros del joven para mirarlo fijamente con esos grandes orbes castaños que tenía la deidad de la tierra, los cuales lentamente fue cerrando hasta ver oscuro, mientras acortaba la distancia entre ambos hasta finalmente tocar sus labios con los propios.-

La cercanía le sorprendió razón por la cual se vio completamente al descubierto, cara a cara con la mujer que le hacía infartar el corazón, no tuvo más opción que tragar saliva de una forma casi forzosa y dejar que un rubor casi imperceptible le cubriera las mejillas. — Tsk, ¿Me ves acaso cara de bromista?— Frunció el ceño ligeramente y atrapó a la castaña en un cálido abrazo para concretarle sus sentimientos.

— No podría mentirte y mucho menos seguir ocultando ésto que siento... Nanami Te Amo—

¡¿En serio Tomoe?!

-La chica se separó un poco de el, sólo para poderlo ver directamente a los ojos, creía que su confesión no sería correspondida como en el pasado, su rostro expresa entre sorpresa y mucha felicidad, incluso sus ojos destellaban, como si quisiera llorar de alegría, tanto había esperado por este momento, sólo esperaba que no fuera una pesada broma de Tomoe-

El rostro de Tomoe se llenó de sorpresa, sí, había escuchado bien y las palabras más el gesto de Nanami. Le removió algo en su interior que creyó estaba ausente, así con un gesto ahora inmutable tomó la mano de la castaña y no vaciló al mantenerle la mirada puesta en ella.

— Yo... también Te Amo.— Confesó con sinceridad y agradeció no dejar a la vista su gran nerviosismo al haberlo confesado.

Tomoe... yo...

-Su ceño se frunció, se separó de el de manera en que pudiera mirarle de frente, debía tener el coraje de decirle de una vez por todas lo que sentía.-

Es porqué yo no te veo como un simple familiar... Tomoe para mi tú... tú, eres lo más importante, Tomoe yo... Te amo.

-Ya estaba dicho, no había vuelta atrás, se colocó la mano a la altura de su pecho como si lo apretara con fuerza, la boca que se había secado, al punto de que después de eso no podía hablar más, como era esperado sus mejillas estaban en extremo rojizas, como el color de un fresco clavel, ahora sólo quedaba saber la respuesta del Youkai.-

— Me tranquiliza — Soltó sin más, pero al cabo de unos segundos el zorro proceso cada palabra dicha por la castaña y logró sentir algo de preocupación. Y era de la forma en la qué ella tal vez lo estaba idealizando . . . ¿Algo erroneo?, podría ser ¿Algo más intenso qué una relación ama y familiar?; la sola idea estremeció al demonio.

— Nanami, aquello que dices es demasiado profundo para un simple familiar como yo — Regresó a ser el mismo Tomoe de siempre pero ¿De que se supone que protegia a Nanami?, ¿de él?.

Tomoe...


... Tu también te has vuelto muy importante para mi... q-quizá la persona más importante en mi vida, nunca nadie me había cuidado como tú. Evidentemente lo que pienses tu de mi también es importante...

-Era peligrosa la situación, más porqué el corazón de Nanami estaba latiendo muy rápido que sin duda al estar tan cerca uno del otro, Tomoe podría escucharlo sin dificultad, las mejillas de ella se endulzaron de un bello color cereza y sus labios emitieron una sonrisa.-

¿A ti... te gusta mi aroma?

—Hmm, no me había fijado que me lo mencionaran...supongo porque eran personas sin importancia. Pero, tu eres mi "ama" ahora incluso tus regaños han cobrado un significado diferente para mí —

Soltó sin más, esta vez no fue sarcastico ni tan frivolo como siempre resultaba ser y estaba tan a gusto que apagó la pipa y cerró ambos ojos.

S-Sí, me gusta mucho Tomoe...

-Asintió ligeramente, en realidad todo de Tomoe le gustaba, hasta las cosas que para los demás podían parecer un defecto, siguió recargando su mentón en la cabeza del zorro, ella también disfrutaba de la cercanía con el, de su aroma y su tacto.-

¿No te lo habían dicho antes?